Josep Ramon Bosch, en el centro de la imagen, junto a otros miembros de Sociedad Civil Catalana

Josep Ramon Bosch, en el centro de la imagen, junto a otros miembros de Sociedad Civil Catalana

Política

La igualdad de derechos sanitarios entre españoles, en entredicho

Pese a que es el Ministerio de Sanidad quien decide qué medicamentos se deben financiar con cargo al sistema de salud público y cuales no, en la práctica son las Comunidades Autónomas quienes toman la decisión final de prescribirlos o no.

17 marzo, 2015 19:39

Pese a que la ley garantiza en teoría el derecho la igualdad de todos los ciudadanos españoles a recibir la misma atención sanitaria pública, la realidad es que, en la práctica, hay diferencias entre las diferentes Comunidades Autónomas, que tienen transferidas las competencias en salud. Pero no solo debido a una mejor o peor calidad global de la sanidad en cada territorio, sino también a la hora de recibir o no determinados medicamentos avanzados -y caros-, según informa este martes Abc.

Según recuerda esta información, pese a que es el Ministerio de Sanidad quien decide qué medicamentos se deben financiar con cargo al sistema de salud público y cuales no, en la práctica son las Comunidades Autónomas -y, aun a un nivel más descentralizado, las gerencias de los hospitales- quienes toman la decisión final de prescribirlos o no. Una situación, según señala el rotativo, especialmente grave para el caso de medicamentos avanzados para enfermedades graves.

"Cada vez hay más problemas"

En concreto, se señala el caso reciente de los medicamentos de última generación para la hepatitis C, solo disponibles en la práctica en algunos territorios. Pero también se recogen otros casos con "menor ruido mediático", como las quejas del Grupo Español de Pacientes con Cáncer, que muestra su preocupación porque "cada vez hay más enfermos con problemas para acceder a los tratamientos innovadores".

Desde esta asociación se revela que, en ocasiones, y para posibilitar que un enfermo pueda recibir un tratamiento que no se ofrece en su Comunidad, se recurre a la "trampa" de empadronarlo en el domicilio de un miembro de la entidad que viva en un territorio que sí lo ofrezca. "Parece más fácil trasladar a un búlgaro a España que hacerlo entre enfermos de distintas comunidades", lamentan desde la asociación.