El presidente de Sociedad Civil Catalana, Josep Ramon Bosch

El presidente de Sociedad Civil Catalana, Josep Ramon Bosch

Política

Una veintena de personalidades de todo el espectro político nacional avalan la labor de Sociedad Civil Catalana

Rajoy, Sánchez, Rivera, Díaz, Iceta, Sánchez-Camacho, Borrell, Solana y Chacón, entre otros, firma una carta de apoyo a la entidad y de rechazo de "la fractura social del secesionismo". SCC denuncia ante los consulados extranjeros en Barcelona el proyecto rupturista que promueven Mas y Junqueras.

16 febrero, 2015 10:19

Sociedad Civil Catalana (SCC), entidad contraria a la secesión de Cataluña, sigue ganando apoyos de todo el espectro político no independentista. Si el pasado mes de noviembre fue galardonada con el premio Ciudadano Europeo 2014 que otorga el Parlamento Europeo -y que recogerán el próximo 25 de febrero en Bruselas-, ahora, una veintena de personalidades de la vida pública nacional le han mostrado su apoyo a través de una carta en la que secundan las acciones que la joven organización lleva a cabo en aras de la concordia.

El texto de la carta de la entidad destaca su "convencimiento de que el mejor futuro posible para los ciudadanos de Cataluña es evitar la fractura social del secesionismo y mantenernos unidos dentro de España y en la Unión Europea".

SCC concilia a Rajoy, Sánchez, Rivera y Díaz

Entre los firmantes, se encuentran políticos de todos los partidos constitucionalistas. Desde el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy (PP), al líder de la oposición, Pedro Sánchez (PSOE), pasando por el ex presidente de la Generalidad, José Montilla (PSC), los ex ministros Josep Borrell, Carme Chacón, Javier Solana y Josep Piqué (los tres primeros, socialistas, y el último, popular); el líder del PSC, Miquel Iceta; la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho; el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera; la líder de UPyD, Rosa Díez, y la eurodiputada de UPyD, Maite Pagazaurtundúa.

Entre los firmantes también se encuentran el filósofo Félix de Azúa; el arquitecto Oscar Tusquets; la escritora Laura Freixas; el médico Santiago Dexeus, el catedrático de Economía Aplicada Francesc Granell; la catedrática de Derecho Constitucional Teresa Freixes; el presidente de RED-Asociación de Empresas de Diseño Español, José María Milá Mencos, y el catedrático de Derecho Constitucional Roberto Blanco Valdés.

SCC denuncia ante los consulados el plan rupturista de Mas

Por otra parte, SCC envió el pasado 12 de febrero un comunicado a más de 80 consulados extranjeros en Barcelona en el que advierte de la desnaturalización y uso partidista que el presidente de la Generalidad, Artur Mas, trata de hacer de las elecciones autonómicas del 27S, presentándolas como unas "plebiscitarias" enmarcadas en el proyecto secesionista que promueve.

Segun SCC, Cataluña está inmersa en la "anormalidad democrática" por la "permanente campaña electoral" que se vive "desde el año 2012", que "impide que nos centremos en la resolución de los graves problemas que tiene nuestra sociedad y economía".

También denuncia que Mas siga "desafiando el Estado de derecho" al querer que un parlamento autonómico decida sobre la integridad territorial de España, que corresponde a "todos los ciudadanos" españoles.

El 27S genera inestabilidad, confusión y es un mal ejemplo para la UE

La entidad alerta de que los plebiscitos "han servido históricamente para otorgar la adhesión de los ciudadanos a un único político o a un único programa, algo impensable en las formas de representación pluralistas", y que "los precedentes históricos de las elecciones calificadas como plebiscitarias no se corresponden con las prácticas que hoy aceptamos como democracias liberales".

Así, añade SCC, el planteamiento del presidente autonómico generará una gran "confusión" en la ciudadanía, puesto que el Parlamento autonómico de Cataluña resultante de las elecciones, sea cual sea su resultado, "tendrá que tomar decisiones en el marco de la Constitución española, no pudiendo iniciar proceso constituyente alguno".

Finalmente, SCC lamenta la "inestabilidad" que esta situación genera y el riesgo que los movimientos secesionistas representan para los Estados democráticos.