El acoso de este miércoles a miembros de S’ha Acabat! por parte de una horda de radicales en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) demuestra que, pese a que el procés está en fase terminal, el nacionalismo catalán sigue muy vivo.

Los ataques contra esta entidad constitucionalista han sido frecuentes en los últimos años. Pero, más recientemente, la persecución de esta asociación ha sido jaleada incluso por la propia consejera de Universidades, Gemma Geis, una de las más talibanas del Govern.

La dirigente de JxCat señaló a S’ha Acabat! apenas unos días antes del asedio de esta semana. A la consejera no le gustó un tuit de la asociación en la que agradecían la labor de la policía durante el 1-O para evitar el referéndum ilegal, y no se cortó en lanzarles un recadito: “Después piden neutralidad a las universidades cuando justifican la violencia. No me dais ningún miedo”.

También animó a “seguir adelante” a los que insultan a S’ha Acabat! Dicho y hecho. Con motivo de una feria de entidades celebrada en el campus de la UAB, decenas de fanáticos embozados y encapuchados rodearon a los jóvenes universitarios constitucionalistas. La acción de hostigamiento fue anunciada con antelación y comprendió lanzamiento de objetos (huevos incluidos), insultos y amenazas.

Al menos, durante la más de una hora que los estudiantes permanecieron rodeados por los violentos, recibieron la protección de cinco dotaciones de los Mossos, que se desplegaron entre los atacantes y las víctimas. Algo que, sin duda, es un avance, pues en ocasiones anteriores los agentes llegaban tarde o no eran bien recibidos por las autoridades universitarias, que –por lo que se ve– entienden que en el campus debe imperar la ley del más fuerte.

En todo caso, este episodio no es una cuestión menor. Y no tanto por la posición de la consejera Geis, conocida por su sectarismo e intolerancia (recuerden que es la que calificó de “fascista” a la AEB por defender una selectividad bilingüe). Lo realmente sorprendente es la inacción de quienes deben velar por el respeto al pluralismo en los espacios públicos.

Lo explicaba muy bien el catedrático de Derecho de la UAB Rafael Arenas (vicepresidente de Impulso Ciudadano y expresidente de SCC): “Perdonen que me ría. ¿Fiscalía investiga lo de los gritos en el colegio mayor y no el acoso a la carpa de S’ha Acabat! de ayer mismo? Nos lanzaron huevos y durante más de una hora estuvimos rodeados Y hubo gritos también: 'Pim, pam, pum, que no quedi ni un', entre otros. Vergonzoso”.

También el silencio de algunos partidos constitucionalistas respecto a esta agresión es sangrante. Pero eso ya es otra historia...

Bien es cierto que, por lo menos, S’ha Acabat! recibe este viernes el XXVIII Premio a la Tolerancia, un merecido reconocimiento a su labor y un acicate para seguir con ella. ¡Enhorabuena!