Que no nos vendan humo. Cataluña sigue igual. Ganó Salvador Illa. Sí, ¿ y qué? Nada. No va a influir en nada. Ha ganado con menos diputados que Ciudadanos en las anteriores elecciones autonómicas. ¿Sirvió para algo la victoria de Ciudadanos? No. Para nada. ¿Entonces? Pues Cataluña sigue igual. Que los poderes no nos vendan humo ni nos llenen las pantallas de televisión con la victoria del socialista Illa. No sirve para nada, porque todo sigue igual. Los independentistas formarán gobierno. El president será de ERC, Pere Aragonès, y el Parlament lo presidirá un representante de JxCat. Cambio de nombres. Cambio de sillas. El resto todo seguirá igual. Las aspiraciones serán las mismas. Mesa, amnistía y referéndum. ¿Ha cambiado algo? De momento, nada. Illa pasa a segundo plano, será un muerto más, y los independentistas formarán gobierno. Como en la pasada legislatura. Todo sigue igual.

Tanto Illa, tanto Illa… pues no ha servido para nada. Hasta Moncloa lo admite. Lo normal es que no haya ni propuesta de presidente en la investidura. Para qué va a hacer teatro. Al menos se han librado de soportar al huido Carles Puigdemont. Algo sí se ha ganado. Pero el Govern será independentista. ¿Cómo afecta esto a Moncloa? ¿Afectará a las relaciones PSOE y ERC en el Congreso? Esperar y ver. Una de las condiciones de Puigdemont a ERC es romper con Moncloa para recibir su apoyo en el Govern. Puede que demasiado. El huido President no va a parar de exigir, ni mucho menos de hacerse notar. Necesita estar en pantalla para que Cataluña no le olvide.

Total: tenemos a los mismos socios de gobierno que la pasada legislatura. El Govern pasado no funcionó. ¿Algo garantiza que ahora sí va a funcionar? Mantengamos la duda. A lo mejor nos lo venden muy bien y nos lo creemos. ERC y JxCat sólo cambian de sillón. La voz la pondrá ERC. Junqueras ha ofrecido diálogo. Se necesita también sumar para salir del pasado, superar la crisis sanitaria, la crisis económica y la crisis social. Y no volver a repetir lo acontecido en 2017. La tarta ya sabemos que se la reparten los independentistas. ERC decide con qué parte se queda. ¿Y si gobernase solo, en minoría? No se atreve. Con algún apoyo puntual, claro. Puede que gobernase mejor. Será demasiado pedir. Habrá acuerdo Junqueras-Puigdemont. JxCat necesita del presupuesto de la Generalitat para mantener su propaganda. Acuerdo Junqueras-Puigdemont. Curioso. Acuerdo de un preso y un fugado para dirigir el futuro de Cataluña. Todo sigue igual en Cataluña.

¿Y cómo influyen los resultados en el resto de España? Pedro Sánchez ha salido reforzado. ¿Sólo él y su partido o también el Gobierno? Habrá que dar un tiempo porque el enfrentamiento entre Pedro y Pablo parce que va en aumento. Podemos ya nadie sabe a qué juega. Si a Gobierno o a oposición. Más parece a oposición. Como no hay, pues ejerce Podemos. La derecha está rota. La batalla será dura. Una guerra civil dentro de la derecha. Vox quiere ser alternativa al PP.

¿Cómo queda el Gobierno de España? Parece que Pedro le gana a Iglesias. Pero se necesitan. Al menos, de momento. Si se supera la pandemia, ya veremos. Puede ser el momento de la ruptura. Ahora, la ministra Calviño será la protagonista, junto a la ministra de Hacienda, al gestionar los fondos de recuperación procedentes de la Unión Europea. Aunque la tensión con Podemos será enorme. Hay que aprobar proyectos para salir de la crisis económica antes de que estalle y miles de trabajadores arrasen La Castellana. Y miles de trabajadores pidan pan a la puerta de La Moncloa. Para ello hay que reformar la Administración, muy obsoleta. Hay que atender las exigencias de una crisis social y sanitaria cada vez más dramática. Y, sobre todo, hay que cumplir las directrices de la Comisión Europea. ¿Hay quien dé más? En ello nos jugamos el futuro. Empieza ya el futuro. Y Pedro quiere ser él quien marque ese futuro.

Ha pretendido reconvertir el PSOE y garantizar una larga permanencia en el Gobierno. Visto que no hay alternativa lo va a conseguir. Y va a conseguir ser reconocido como el interlocutor de los grandes poderes económicos, quien asegure la estabilidad de la monarquía y quien impida que surjan otras alternativas al sistema dominante. La ruptura con Pablo Iglesias llegará. En el momento favorable para Pedro y el nuevo PSOE. Antes de que estalle la ruina económica.

Ahora toca gestionar los fondos de recuperación. Y asumir la única política posible, que no es otra que la que marca Bruselas. Lo demás es secundario, incluido el Gobierno de coalición. Cuidado Pablo, ya empezó la cuenta atrás. Y el apoyo actual a la violencia callejera puede adelantar la ruptura. Un acuerdo en el CGPJ y alguna encuesta favorable y la coalición se va por los aires. Si consiguiera un tripartito en Cataluña sería ya lo sumo. Pero esto es más complicado. Aunque en política nada hay imposible. Lo cambiamos todo para que todo siga igual. Habrá que hilar muy fino en Moncloa y en Cataluña. Alejandro Sanz lo adelantó en una de sus canciones: “Con cuidado iré para no pisar las flores de tu libertad. Todo sigue igual”.