Como es sabido, la película surcoreana Parásitos se alzó con el Oscar a la mejor película del año 2020, además de recibir tres premios más. La película es conocida internacionalmente por su nombre en inglés Parasites. Es frecuente que se emplee el título en inglés para las películas, canciones o espectáculos en lenguas minoritarias cuando estas salen fuera de sus países. También se utiliza frecuentemente el título en inglés para obras en lenguas mayoritarias, como el chino o el ruso, porque son lenguas poco conocidas fuera de sus fronteras y de difícil pronunciación para los extranjeros.
Sería adoptar una posición muy extravagante afirmar que el hecho de que la película de Bong Joon-ho haya sido promocionada internacionalmente como Parasites es una muestra de imperialismo lingüístico y que los Estados Unidos impiden el uso libre de la lengua coreana. Porque, en realidad, todo ello es mucho más prosaico: la película debe tener un nombre pronunciable y comprensible a nivel internacional, por lo cual quienes lanzan la película en los festivales internacionales con el título en inglés son, precisamente, los propios promotores de la película.
A nivel de casa nostra, la extravagancia en las cuestiones lingüísticas no escasea. Precisamente, el título de la película galardonada en la 92 edición de los Oscars ha conducido a discusiones lingüísticas en las redes sociales por parte de tuiteros catalanes. Sin embargo, no era el título en inglés lo que se discutía sino el título en español. La discusión la inicia en Twitter un usuario independentista, el cual se queja amargamente.
Resulta que el tuitero en cuestión había escuchado la noticia del premio a la película surcoreana en varios medios en catalán y observó que todos ellos usaban el título Parásitos en español y no Paràsits, que era como él pensaba que debía decirse. Hizo un tweet, indignado: si la película es coreana y el título es coreano, ¿para qué emplear el título en aquella lengua de la que no queremos saber nada? Hay que decir Paràsits.
El tweet indepe tuvo varias respuestas de apoyo, pero recibió también una aclaración por parte de una tuitera que se presentó como traductora. Esta usuaria explicó que una película extranjera, una vez se comercializa en España con un título en español, en este caso Parásitos, debe ser nombrada así por parte de los medios, aunque se esté hablando en catalán o en gallego, porque así todos sabemos de qué hablamos. La cinta en España, doblada o subtitulada, se ha comercializado con este nombre y así debe llamarse en aras de la exactitud en la referencia. Si uno dice Paràsits, y no existe versión en catalán, entonces se crea una ambigüedad en cuanto al referente real.
Y eso es así incluso cuando el título en español es completamente diferente del título original. Los casos más famosos de traducciones desconcertantes al español de títulos de películas extranjeras son, por ejemplo, La semilla del diablo del inglés Rosemary’s baby, dirigida por Roman Polanski en 1968 o la película The Blues Brothers, que se comercializó con el extraño título de Granujas a todo ritmo. Curiosidades del mundo de la traducción.
Volviendo al tweet del independentista indignado, como era de esperar, la explicación de la traductora en Twitter no hizo mella alguna en los numerosos independentistas que en el hilo clamaban contra el uso en español en el título de la remarcable película surcoreana. Ellos ya tenían sus razones. Si TV3 y Catalunya Ràdio, junto con todos los demás medios en catalán decían Parásitos no es porque así se ha comercializado la película en España y no hay ambigüedad en lo que se nombra. No era eso para ellos, que atribuían el uso de Parásitos de los medios catalanes a: Som un poble derrotat; Es el resultat de 300 anys de colonialisme lingüístic; Som servents mentals del castellà, etc.
¿Qué nos indica esta manera de abordar el tema? Primero, que para el nacionalismo lingüístico tener los pies en el suelo es muy difícil. Ellos quieren mantenerse eternamente heridos lingüísticamente para poder fantasear con una lengua grande, en expansión, reconocida y hablada mundialmente y, sobre todo, una lengua más importante y más usada que su eterna rival, el español. No quieren una lengua catalana de uso real, sino que alimentan un ideal, sostenido por el extremismo y la beligerancia. Porque esta visión de cosas hay que imponerla y machacarla; no sea que uno salga a la calle y oiga que unos dicen paràsits y otros, parásitos (refiriéndose a los organismos reales) y no pasa nada. Lo que es más, a muchos nos gusta nuestro bilingüismo.
Otros, en cambio, quieren Catalan-only. Y así lo hacen saber, se hable de lo que se hable. ¿Una película surcoreana gana el Oscar a la mejor película? No importa. Sólo importa que se diga el título en catalán. Lo demás es secundario.
Debido a su éxito, es muy posible que Parásitos se estrene también en versión original subtitulada en catalán, como es el caso de muchas películas extranjeras de amplio alcance. Pero nada de esto se mencionó en Twitter por parte de los independentistas indignados. Les gusta más indignarse y protestar que hacer propuestas constructivas. Y es que hacer, llevar a cabo alguna acción, conduce inevitablemente a conocer tus límites. Fantasear y culpar al otro, por el contrario, no conoce constreñimiento alguno.
Esperemos que sea posible ver la excelente película galardonada también en versión original con subtítulos en catalán y somos muchos los que apoyamos el uso de subvenciones para subtitular películas extranjeras en catalán. Si esto sucede, entonces sí podremos referirnos a esta versión concreta como Paràsits. Mientras esta no exista, los gritos indignados de los tuiteros independentistas son un ejercicio más de victimismo para seguir con la fantasía de lo grande y mejor que sería mi lengua si no fuera por …………… (a rellenar de entre los sospechosos habituales).
En conclusión, en aras de la inteligibilidad y la comprensión mutua eficiente, debe decirse Parásitos en los medios de comunicación porque hasta ahora solo existen comercialmente las versiones doblada y subtitulada en español con este título. Cuando se estrene, si ello sucede, la versión en catalán, entonces sí podremos referirnos a Paràsits. Mientras, lo que vemos en los cines se llama Parásitos. Y para acabar, como no puede ser de otra manera, el título original de esta excelente obra: Gisaengchung.