Pensamiento

Al mundo indepe le falta el H2O para poder ser habitado

10 julio, 2016 00:00

No es que sea muy futbolero pero me gusta ver las semifinales de los grandes campeonatos de selecciones nacionales y, por supuesto, a la española en partidos oficiales. Me aburren los amistosos, ya digo que no soy futbolero. Puestos a perder el tiempo, prefiero otros entretenimientos. Pero el jueves tenía un dilema: ver el Alemania-Francia o la entrevista en trío de Artur Mas-Josep Cuní-Pilar Rahola a cuenta del entierro solemne de CDC, cuyas exequias se celebran en un acto público en el Forum al que asistirán dos mil quinientos deudos, viudas arriba viudos abajo. Ignoro cuánto durará el período de luto.

¿Pueden creer que, eso sí, con una sonrisa, la 'madame' Rahola fustigó a su adorado biografiado Mas?

Como iba cambiando de canal entre el partido que se jugaba en la porteña Marsella y el trío de la entrevista, igual me perdí algún momento estelar. No sé. Mi esposa, preocupada por mi salud, me dijo al ver que escuchaba a la Rahola fustigando al expresident que hace seis meses, dingolondango, dio un paso a un lado para poner al chico de los recados en su despacho, que mejor que viera el fútbol, y yo le respondí que estaba con ese cilicio para poder escribir esta crónica del domingo.

Ya sabe que me tomo los compromisos en serio disfrazado con una sonrisa, porque no conozco mejor vaselina...

Y efectivamente acerté porque ¿pueden creer que, eso sí, con una sonrisa, la madame fustigó a su adorado biografiado? La sesión fue de autocomplacencia sadomasoquista en la que Cuní estuvo, cuando hablaba Rahola, en plan voyeur frotándose las manos ante el hostigamiento melifluo de la cabaretera política que tiene su tribuna diaria en la hoja parroquial de La Vanguardia, siempre al servicio del poder que más calienta.

La Rahola le recriminó a Mas ese aire de falsa modestia con que se dedica a asaltar a los catalanes que se dejan, diciendo que él es uno más, no el que empuja el carro. Su amada le fustigó, sólo le faltó el vestido cuero y le sobró las chichotas, diciendo que para culminar el orgasmo (perdón, el procés) ella necesita, porque le pone, un líder que lleve al pueblo a su liberación. No ese tono menor de ese milhombres que está ahí porque pasaba. Que Cataluña necesitaba una trempera que con esa actitud timorata no levantaba pasiones. Más que un juego de seducción, la conversación parecía un tropo pornográfico.

Más que un juego de seducción, la conversación parecía un tropo pornográfico

Mas sonrió ante la provocación de la Pilar, con la sonrisa al ristre, y la empezó a disparar el cargador de los méritos de su hoja de servicios que había hecho en los tres años en que decidió echarse al monte y ponerse la ley por motera. Le dijo que tras haber constatado que España no se puede reformar porque tiene un gen incurable, había llegado la hora de poner la hoja de ruta hacia la independencia y que modestamente se limitaba a seguir lo que dictaba Cataluña.

Que estaba clara la ceguera y sordera de España, y esa asunción de responsabilidad le había salido muy cara porque, por el simple caso de haber puesto las urnas de cartón en los colegios electorales, estaba en el banquillo de los acusados como prueba irrefutable de que el Estado español tiene una matriz franquista. Esa declaración le produjo un orgasmo gestual a la amazona que le había fustigado para oír lo que estaba oyendo.

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Un día antes, Tardà y Rufián habían estado en La Moncloa con Mariano Rajoy, todos diciendo lo que llevan repitiendo desde el principio de los tiempos, y al salir a la rueda de prensa preceptiva el montaraz Villalonga acompañado de Rufián, su sombra asiluetada, dijo una verdad irrebatible: que viven instalados en mundos paralelos, y como se sabe las líneas paralelas no convergen nunca. Tardà se refería a Rajoy. Yo como veo la vida al revés que Tardà...

Por una vez estoy de acuerdo con el republicano: los indepes como él, Mas y la chica que le fustiga viven en un mundo paralelo. El problema es que ese mundo separata no es la realidad. Le falta el H2O para poder ser habitado.