Pensamiento

Sólo los cínicos se escandalizan del ministro Fernández

26 junio, 2016 00:00

El petardazo del final de la campaña electoral del 26J ha sido de traca valenciana con la filtración al digital Público de una conversación serial entre el ministro del Interior y el director de la Oficina Antifraude de Cataluña. Quien no la conozca es que no vive en la galaxia España.

Estoy con el ministro en que lo interesante no es el contenido de la información que tanto eco mediático ha tenido, sino el 'quid prodest?'

No voy a insistir, porque odio aburrir al lector, pero yo lo veo diferente a la mayoría de los contertulios. Y advierto: no me rasgo las vestiduras por la información que ha aflorado. Estoy con el ministro en que lo interesante no es el contenido de la información que tanto eco mediático ha tenido, sino el quid prodest? A quién beneficia la aparición de esta noticia de hace dos años a cuatro días de las elecciones: a los separatistas, y luego a todos los contrincantes del PP. Sin excepción. Que es a los indepes no hay duda: Jaume Roures, co propietario de Público es el más poderoso paladín de la cohorte mediática de Artur Mas.

Desde el primer momento me hice la típica pregunta de quid prodest? Y me acordé de una frase de una novela de aventuras de Charles Dickens Historia de dos ciudades: "Fue la mejor de las épocas y la peor de las épocas; la edad de la sabiduría pero también de la estupidez". Esas dos ciudades eran París y Londres. No pretendo trasladarlo a Madrid y Barcelona, porque la novela dickensiana no rivaliza entre esas dos capitales, sino que la acción de las tres partes de la novela transcurre alternativamente en ambas ciudades. Pero lo he relacionado por ese binomio antimónico de sabiduría y estupidez en que se ha instalado la política nacional, porque la importancia y el misterio de novela negra, repito, no es la conversación en si, sino quién está detrás de la grabación al diario digital de Roure. ¿A quién beneficia?

No, no me he escandalizado ni me he rasgado las vestiduras como han hecho todos los partidos, excepto el de Jorge Fernández Díaz. Que el Tancredo Rajoy haya dicho que ni siquiera conocía el cargo que ocupa Daniel de Alfonso, parece como si Don Mariano hubiera sido contratado por los guionistas de Polònia en ese papel de un presidente lelo sólo interesado en lo que publica Marca.

No, y que no se me escandalicen los profesionales del escándalo en el que se han convertido el planeta separata, pero que el ministro del Interior quiera investigar a los prohombres indepes, no sólo es una función del Estado sino una obligación de cualquier Estado sea cual sea su naturaleza. Decir que eso es puro franquismo es una patología típica de un daltónico. Ya pueden repetirlo mil veces la legión de daltónicos interesados.

Que el ministro del Interior quiera investigar a los prohombres 'indepes', no sólo es una función del Estado sino una obligación de cualquier Estado sea cual sea su naturaleza

En el siglo XVII el pensador inglés Thomas Hobbes ya dijo que el interés máximo de un Estado, como el de las personas, es su supervivencia. Yo también me habría escandalizado si el ministro ordenara la investigación policial a sus rivales políticos del PSOE. Eso sí que sería inaceptable, pero no lo es que la fuerzas de seguridad del Estado y los servicios de inteligencia vigilen a quienes actúan contra la integridad, la seguridad interior, del propio Estado.

Eso no es falta de democracia porque en realidad quien atenta contra la democracia son quienes pretende pasarse por el arco de su forro las leyes democráticas acordadas por todos. ¡Y lo hacen apelando a la misma democracia! Tienen más cara que espalda. A Carme Forcadell hay que recordarle que no se investiga a personas por la ideología que tenga, eso sí que podría ser una matriz franquista, sino por ser dinamiteros de la idea de España.

Los Adanes dicen que esa Constitución no la votaron ellos sino sus padres. Como si hubiera alguna Constitución en el mundo como la leche, con fecha de caducidad. El concepto de Adanes no es de ningún político sino del filósofo Ortega y Gasset para referirse a los estúpidos que piensan que el mundo nació el día que les parió su madre.

Son los mismos que quienes critican al Jefe del Estado porque no se ha mantenido autista y defiende la unidad de España. ¿Qué otra cosa puede defender un rey constitucional? Están locos, y pretenden compartir su chaladura con los que no lo estamos. Al criticar a Felipe VI por eso demuestran que viven en una realidad paralela. En el mundo de la Utopía que creó un hombre mucho más sabio que la suma de todos estos minundis como fue Tomás Moro.

Quid prodest? Es la pregunta esencial. Una pregunta que me temo que nunca tendrá respuesta. Que el Estado intente buscar los flancos débiles de quienes abiertamente se declararon ser zapadores no sólo es lógico sino que es su obligación.

Distinta cosa es que se inventarán las pruebas pero llevar a los tribunales a los impulsores de la ilegalidad del 9N, pero no es un invento del Estado, sino de sus patrocinadores que por eso en su día se sentarán en el banquillo de los acusados.

A decir verdad, de esta historia lo único que me sorprende ha sido el papel del director de la Oficina Antifraude de Cataluña porque en este caso ERC y la CUP tenían razón: no te puedes fiar de ningún español porque son así de chulos, taimados y traidores.

Por eso dicen que se quieren ir...