Pensamiento

Diez preguntas sobre el 'caso Rato'

18 abril, 2015 06:24

El 'caso Rato' ha sacudido la política española. En el PP se masca el desastre porque ha caído uno de sus referentes más queridos. Un sentimiento parecido al que se respiró el pasado verano cuando Pujol reconoció ser un defraudador. Tanto PP como CDC han recurrido a la misma línea de defensa. Sacan pecho y se convierten en los adalides de la transparencia, muestran decepción y frustración con el que fue su referente, limitan los hechos a su entorno familiar y se presentan como víctimas; unos, de los ataques contra el partido de gobierno, y otros, de los ataques contra el proceso soberanista.

¿Por qué sale ahora este caso, a solo a poco más de un mes de las elecciones?

Rato lo había sido todo. Miembro del núcleo duro del PP, vicepresidente del Gobierno, director gerente del FMI y presidente de Bankia, a propuesta de su amigo Mariano Rajoy. Sin embargo, sobre su caso se ciernen muchas incógnitas.

1. ¿Por qué sale ahora este caso, a solo a poco más de un mes de las elecciones?

2. ¿Por qué el Gobierno confirma que Rato se acogió a la amnistía fiscal cuando tiene prohibido dar datos sobre los investigados?

3. ¿Por qué se conoce el 'caso Rato' y no los otros 704 contribuyentes que están siendo investigados?

4. ¿Cuándo empezó el fraude?

5. ¿Rato ya amasaba su fortuna ilegal cuando era dirigente del PP, cuando era vicepresidente de Aznar o cuando era director gerente del FMI?

6. ¿Rato ya era defraudador cuando fue presidente de Bankia o cuando dejó el FMI en el 2008 con la intención de suceder a Rajoy?

7. ¿Quién filtra la información?

8. ¿Se filtra desde el Gobierno?

9. ¿Es cierto que existe un encontronazo entre Economía (Guindos) y Hacienda (Montoro)?

10. ¿Desde cuándo conocía el Gobierno la situación de Rato?

Esta última pregunta es la clave. Según el propio Rodrigo Rato, él mismo informó al Gobierno de que se acogía a la amnistía fiscal. O sea, Rajoy y Montoro conocían estos hechos desde el año 2012. Por tanto, ¿por qué han mantenido silencio?. Este es el hecho más grave, el que da pábulo a que el PSOE pida la dimisión de Montoro -que se ha caracterizado por amenazar con inspecciones fiscales a todo aquel que le levantara la voz- y las explicaciones de Rajoy. No las tendremos. El presidente del Gobierno sigue en silencio. Es su costumbre. Espera que la tormenta amaine pero esta vez la calma puede venir tras un tsunami después de las elecciones del 24 de mayo. El hartazgo ciudadano tiene límites.