Pensamiento
El día después del 9N
El curso político empieza calentito. La verdad es que ni en verano le ha bajado la temperatura. El pistoletazo de salida nos abre a un sinfín de interrogantes. Si alguien no lo tiene claro, Mas convocará la consulta una vez aprobada la Ley de Consultas. Los nacionalistas de CiU nos dicen que es legal y que sirve para convocar el referéndum del 9N porque ahora el 9N no es un referéndum. Es una consulta. Después de tantos meses, los sufridos ciudadanos somos estúpidos y no habíamos caído en la cuenta.
Mas no convocará elecciones anticipadas. Esperará a ver cómo evolucionan los acontecimientos y sus plebiscitarias seguro que pasarán a un segundo término
Cuando el Constitucional dictamine, la consulta quedará en papel mojado. Sin embargo, si alguien en Madrid se piensa que esto es el punto y final, se equivoca. El proceso no tiene por qué acabar en la independencia pero una mayoría ciudadana está reclamando un encaje diferente entre Cataluña y España. Quizás por eso, por primera vez en meses, Rajoy mueve los hilos del aparato del Estado. Según algunas informaciones, después del 9N abrirá negociaciones sobre los temas presentados por Mas en su última reunión en Moncloa e incluso puede convocar la Comisión para la reforma de la Constitución.
A estos movimientos, CiU ha respondido con la predisposición a negociar la reforma electoral. Todo un balón de oxígeno para un Rajoy que se estaba quedando muy sólo en este proyecto. También el PSC, y el PSOE, han movido ficha presentándose como alternativa a la gobernabilidad. El PP ha guardado sordina ante este movimiento. Todo un síntoma.
ERC, por su parte, arrecia en su presión con el inestimable apoyo de la ANC y de Òmnium Cultural para que Mas saque las urnas a la calle. El día 9, ciertamente, puede pasar de todo. Ni Josep Rull, el nuevo hombre fuerte de CDC, dice que se sacarán. Juega con las palabras para justificar que el presidente Mas llegará hasta el final: convocar la consulta. Pero, no irán más allá, a tenor de lo que dice la vicepresidenta Ortega que no se puede hacer nada ilegal. Los ojos de Europa están puestos en Cataluña y el partido gobernante no puede ser cómplice de una consulta de costillada.
Tampoco tengan dudas. Mas no convocará elecciones anticipadas. Esperará a ver cómo evolucionan los acontecimientos y sus plebiscitarias seguro que pasarán a un segundo término. Las encuestas son una buena razón para no hacerlo. El Mundo augura un hundimiento de CiU y un ascenso importante de Podemos. Por eso, todos están en el rifirrafe de la consulta pero todos miran después del 9N.
Por si fuera poco, para aderezar el asunto, Pujol se niega a ir al Parlamento autonómico. CDC presiona para que vaya y ERC amenaza con una Comisión de Investigación. La Vanguardia ha hecho unas revelaciones demoledoras para Pujol y para su familia. Entre los hijos no todos quieren seguir teniendo la misma línea de defensa porque quieren desmarcarse de su hermano Jordi: sigue teniendo dinero opaco en Andorra y el 15 va a declarar ante Ruz. Su padre debe comparecer antes de ese día si quiere hacerlo sin romper las costuras de CiU. Si va después, no podrá declarar ante el Parlament hasta la semana del día 22. Demasiado tiempo de espera. Habrá pasado el 11 de septiembre con la sombra de Pujol sobrevolando a los manifestantes. Además, podemos tener sorpresas. La UDEF está a punto de cerrar su último informe. El de Marta Ferrusola, la jefa del clan Pujol que tiene una fuerte ascendencia sobre sus hijos. El informe puede ser demoledor. Quizá así se entienda que Pujol diga que él no tiene nada que ver con las cuentas de su mujer. Ciertamente, no hay quién se lo crea. Todo liado, todos liados y todos mirando hacia el día después del 9N. ¡Qué panorama!