Enric Hernández

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Fichaje incómodo de LLYC: Enric Hernández se incorpora a las relaciones públicas con más frentes abiertos que apoyos

El exdirector de ‘El Periódico’ se incorpora a la consultora con la bendición del PSC, pero arrastra desencuentros con buena parte del arco político y mediático catalán

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El nombramiento de Enric Hernández como senior advisor de la consultora de marketing y comunicación Llorente y Cuenca (LLYC) en Barcelona ha generado comentarios en los círculos políticos y mediáticos de la capital catalana. Aunque el periodista aporta una dilatada trayectoria profesional, su llegada no es inocua: arrastra un pasado cargado de tensiones con varios actores clave del ecosistema catalán.

Hernández, que dirigía El Periódico de Catalunya como Hernàndez, también fue responsable de informativos en TVE a través de un cargo creado específicamente para él al margen de la plantilla de la televisión pública, últimamente había sido asesor del presidente de Prisa, la empresa editora de El País y de la Cadena SER.

Política y trabajo

El giro que Joseph Oughourlian ha dado hacia posiciones más distanciadas del PSOE, que ha supuesto el cambio de la directora de El País, también incluyó el despido de Hernández. Su aterrizaje en Prisa tras la controvertida etapa televisiva siempre se asoció a su vinculación a algunos dirigentes del PSC.

De hecho, tras su salida del ente público y hasta su reincorporación a Prisa, los socialistas catalanes dieron un salario y un despacho temporal al periodista en la sede central de la Diputación de Barcelona.

En agosto de 2017, en plena convulsión por los atentados de las Ramblas, El Periódico publicó una información sobre el aviso que los Mossos d’Esquadra habrían recibido de fuentes policiales extranjeras sobre la inminencia de un golpe yihadista en Barcelona.

Aquello generó un fuerte malestar en las filas de Junts per Catalunya y ERC, que siempre han atribuido la filtración a sus adversarios políticos, los socialistas.

Malas relaciones personales

Los recelos que despierta no se limitan al ámbito político. En el mundo mediático, Hernández ha acumulado tensiones con varios de los principales grupos de comunicación. Su relación con la actual dirección de Prisa es mejorable, por razones obvias.

Tampoco mantiene sintonía con La Vanguardia, medio con el que compitió editorialmente desde la línea menos comprensiva con el nacionalismo de El Periódico. Y en el Grupo Moll, propietario de El Periódico, tampoco le guardan especial simpatía tras su salida del diario en 2019 después de un dilatado tira y afloja a propósito de la indemnización de su cese.

En ese contexto, su aterrizaje en LLYC plantea interrogantes. Aunque se le reconoce conocimiento institucional y experiencia en procesos de transformación digital, hay quien duda de su capacidad para actuar como interlocutor válido ante un tablero catalán que no le es especialmente afín. “Le queda el PSC”, ironiza una fuente del sector, que lo define como “una figura eficaz, pero quemada en demasiados frentes”.

LLYC quiere reforzarse en Cataluña

LLYC, por su parte, confía en su perfil como valor añadido. La consultora ha reforzado su oficina de Barcelona en los últimos años, y con Hernández busca consolidar su presencia institucional. María Cura, directora general en la región, destaca su “conocimiento del entorno corporativo, mediático y político”.

La duda ahora es si esa experiencia bastará para amortiguar la fractura personal que deja tras de sí. Enric Hernández encontrará en LLYC, eso sí, un buen ambiente dado que la consultora es una de las que más trabajan con las instituciones y entornos gobernados por los socialistas.