Javier López, empresario y abogado / Captura podcast Tengo Un Plan

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Javier López, empresario y abogado, sobre su éxito: “Llegué a facturar 1 millón de euros al día y tener 26 secretarias para mi agenda”

Hoy, con 54 años y 30 de experiencia, su motivación es doble: seguir haciendo crecer su despacho de abogados, Área Jurídica Global, y demostrar a sus hijos que “la vida sigue a partir de los 50”

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Javier López, cuya carrera empresarial es una montaña rusa de éxitos estratosféricos y bancarrotas, ha compartido detalles impresionantes sobre el apogeo de su negocio. En su momento de mayor auge, su empresa, enfocada en la financiación y posteriormente en el sector jurídico, llegó a facturar “1 millón de euros al día” e incluso un millón y medio de facturación, casi alcanzando 1 millón de euros en ganancia diaria.

Para manejar su colosal agenda, López requería de un equipo humano igualmente vasto: “tenía, recuerdo, 26 secretarias yo, solo para mi agenda y las personas que yo tenía que atender”.

Este éxito vertiginoso se alcanzó cuando López tenía entre 28 y poco menos de 30 años. Su trayectoria comenzó muy joven; ya a los 22 años tenía 100 oficinas y llegó a sumar 1.000 oficinas en total.

La escala de su operación era tal que llegó a tener más oficinas en España que entidades bancarias como Banesto y Baninter juntas. En su etapa más álgida, la compañía llegó a financiar 13.000 millones de euros, abriendo sucursales en 21 países, incluyendo Italia, Francia y Sudamérica.

El negocio original de López, Credit Services, se centró en ayudar a financiar empresas y particulares que habían sido denegados por la banca tradicional, trabajando sobre todo con banca americana. El crecimiento exponencial se debió a su profundo conocimiento del sistema financiero, particularmente a través de la titulización.

López explica que esta técnica permitía titularizar y retitularizar el dinero hasta 30 veces. Con este método, de cada 100.000 euros se podían convertir en 4 millones de euros en el sistema financiero.

López relata que, ante tales cifras, el dinero se convirtió en “dinero del Monopoli”. Necesitaba grandes cantidades de efectivo solo para sus gastos de representación, que oscilaban entre 100.000 y 110.000 euros al mes para moverse entre hoteles de cinco estrellas y reuniones con presidentes de bancos en Bulgaria, Rumanía, Brasil o Estados Unidos.

Este periodo de opulencia, sin embargo, se encontró con una caída devastadora. Cuando Lehman Brothers cerró, la banca americana lo dejó “colgadísimos”, llevando a la quiebra total del negocio. López llegó a deber 900 millones de dólares, una crisis que lo llevó a perder más de 60 kilos en año y medio.

A pesar de la ruina, López, ahora abogado en ejercicio, mantuvo lo que él llama la mentalidad del “Rey Midas”, basada no en la suerte sino en el trabajo: “soy currante 20 horas o 18 horas, soy obsesivo-compulsivo” y constantemente aprendiendo y formándose.

Hoy, con 54 años y 30 de experiencia, su motivación es doble: seguir haciendo crecer su despacho de abogados, Área Jurídica Global, y demostrar a sus hijos que “la vida sigue a partir de los 50”.

Se levanta motivado para ayudar a personas que, debido a la falta de cultura jurídica y financiera, se meten en grandes problemas, ofreciéndoles soluciones jurídicas a sus líos financieros. Su resiliencia le permite continuar emprendiendo y creciendo, invirtiendo mucho en la apertura de oficinas para seguir expandiendo su estructura legal.