José Elías, empresario catalán, acerca de la vivienda: “El 90% de la gente no puede comprarse un piso, pero hay 600 asesores cobrando del Estado”

Los jóvenes tienen varias prioridades en la vida, pero cuando se llega a una edad hay una que se convierte en la principal y es la de independizarse. Concretamente, el acceder a una vivienda pasa de ser una prioridad a ser una preocupación.

Esto sucede debido a varios factores como los elevados precios, la escasez de oferta, la precariedad laboral, son los principales factores que está agravando la crisis estructural de la vivienda en Cataluña y en el resto de España.

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En este contexto, si analizamos el precio de la vivienda de hoy en día, este se ha visto duplicado en la última década, llegando a alcanzar los 6.738 euros por metros cuadrados en ciertos barrios de Barcelona.

José Elías, empresario millonario catalán, expone que “el 90% de la gente no puede comprarse un piso”, una cifra que cuanto menos abruma. “La mayoría de que conozco tiene las mismas preocupaciones: llegar a final de mes, tener un poco de ocio y poder comprarse un piso. Eso es lo que preocupa al 90% de la gente”, asegura.

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"Ningún político habla de eso"

Además, el empresario critica en esta línea la dejadez por parte de quienes están gobernando: “Ningún político habla de eso. No lo veo reflejado en ningún discurso político. Hablan de muchas cosas, pero no de garantizar que la gente tenga dónde vivir, ni de que pueda disfrutar de su tiempo libre sin estar ahogada”, sentencia el empresario.

Elías lo tiene claro y el problema radica en quienes mandan que no atiende a la problemática que sufre la sociedad con el acceso a la vivienda en España: “Y lo urgente hoy es que la gente no puede pagar su piso ni llenar la nevera sin hacer malabares. Si los políticos bajaran al barro y escucharan a la gente, entenderían qué hay que arreglar primero. Pero no lo hacen y por eso el desapego crece. Porque mientras ellos miran al norte, la gente hace años que va al sur”.

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Esto genera que jóvenes no puedan permitirse la compra de una vivienda, viéndose obligados a compartir pisos o buscar soluciones y alternativas de alojamientos. Hace unos días, contábamos el caso de una joven venezolana que se enfrentaba a aún alquiler de 1.600 euros. “No es posible que un alquiler de un piso pequeñito de una o dos habitaciones cueste 1.600 euros o 1.500 euros y el salario mínimo sea 1.200 euros”.

En Cataluña, no parece que vaya a mejorar a corto plazo, porque hay escasez de obra nueva, hay mucha presión de la vivienda turística y las regulaciones recientes no facilitan el panorama para los compradores que se ven obligados a actuar con presión y rapidez.

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Para ello, los compradores deben prepararse el máximo posible para recurrir a la financiación bancaria y asumir que dicho proceso no siempre es posible en este mercado inmobiliario.