Un informático generado con IA

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Un informático, sobre el dinero que gana en Barcelona: "Con 3 años de experiencia, me he planteado irme a trabajar fuera"

A pesar de poseer una experiencia considerable, el salario percibido lo coloca en una posición de desventaja percibida frente a sus colegas europeos

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En España, cada vez hay más jóvenes y no tan jóvenes que se plantean buscar oportunidades fuera del país, al final la precariedad laboral y los salarios estancados hace que muchos decidan buscar nuevas oportunidades para coger experiencia e incluso hacerse un colchón.

La intensa presión que sufren los profesionales del sector tecnológico al comparar sus condiciones salariales nacionales con las ofrecidas en otros puntos del continente europeo.

Talent Match recoge el testimonio de un informático, con una trayectoria inicial ya establecida, y que ha sopesado en repetidas ocasiones la posibilidad de emigrar, impulsado por la búsqueda de mejores oportunidades económicas y laborales.

La situación de este informático es precisa y cuantificable: "Soy informático, gano 20.000 euros y tengo 3 años de experiencia", afirma.

La conjunción de tres años de experiencia y un salario bruto anual de 20.000 euros ha sido el factor desencadenante de su profunda reflexión sobre el futuro de su carrera en España.

A pesar de poseer una experiencia considerable, el salario percibido lo coloca en una posición de desventaja percibida frente a sus colegas europeos.

El entorno laboral en el que se desenvuelve este profesional intensifica aún más la problemática. Su campo de especialización se encuentra en el ámbito de la informática, un sector caracterizado por su naturaleza intrínsecamente internacional.

Debido a esta globalidad, el informático subraya que la comparación con otros mercados europeos es inevitable. Esta inevitabilidad no es solo una curiosidad, sino un motor de cambio, pues le muestra constantemente el potencial económico al que podría aspirar en el extranjero.

El deseo de buscar fortuna fuera de España no es una idea aislada o reciente, sino una consideración que ha germinado en numerosas ocasiones.

El informático confiesa que son dos factores principales los que han motivado recurrentemente su deseo de partida: el nivel de oportunidades disponibles y, de forma crucial, el nivel de salario.

Él mismo lo resume categóricamente: "A nivel oportunidades y a nivel salario es lo que me ha hecho plantearme muchas veces el cambiar e irme a trabajar fuera". La disparidad en estos dos ejes es tan marcada que le ha llevado a considerar seriamente abandonar su puesto actual y buscar empleo en otros países.

La seriedad de la consideración de irse a trabajar fuera es innegable, sin embargo, el camino hacia la emigración no está exento de obstáculos personales. El profesional admite que existen fuertes ataduras que dificultan la toma de esta decisión impulsada por la lógica económica. Estos lazos son principalmente familiares y afectivos.

El informático reconoce la complejidad del dilema, señalando que "al final, si tienes aquí a la familia y demás, que te atan un poco, es más complicado". Los lazos familiares actúan como un "freno" emocional que complica el cambio, a pesar de que las cifras de salario y oportunidad apunten de forma decidida hacia otros destinos europeos.

El dilema de este informático, con tres años de experiencia y 20.000 euros anuales, es un claro ejemplo de la fuga de talento potencial. La tentación de mejores salarios y mayores oportunidades profesionales, que se presentan como una opción viable para un informático, choca frontalmente con el peso de los compromisos personales y lazos que "atan un poco" a su lugar de origen.