Las fresas de Robert Forster

Robert Forster (Brisbane, 1957) se toma su tiempo entre disco y disco. No tiene prisa ni ganas de triunfar. Ya lo hizo, más o menos, de joven cuando estaba al frente del grupo The Go Betweens junto a su amigo de la universidad Grant McLennan. Eran otros tiempos, y si había que trasladarse a Londres, se trasladaba uno. Pero esos tiempos quedan ya muy atrás, y nuestro hombre solo sale de Australia por motivos de fuerza mayor. Por ejemplo, grabar su último disco, Strawberries, publicado por un pequeño sello alemán llamado Tapete Records y registrado en Estocolmo, donde lo ha producido su amigo Peter Moren, miembro del célebre trío Peter, Bjorn & John.

Strawberries es un disco grabado entre amigos, una labour of love, que dicen los anglos, y se nota al escucharlo. Sin grandes pretensiones, ofrece una serie de canciones magníficas interpretadas por una pandilla de compadres a la que se han sumado la esposa de Forster, Karin, y su hijo Louis (coros y guitarra, respectivamente).

Pop reflexivo y literario

Canciones que oscilan entre el rock, el pop y el folk y que parecen dirigidas a gente de una cierta edad que, a ser posible, conozcan la obra previa del señor Forster y disfruten de sus muy literarias letras, que suelen contener historias con exposición, nudo y desenlace (Forster está escribiendo su primera novela, lo que no es de extrañar).

El nuevo álbum de Robert Forster

La actual producción de Robert Forster no tiene mucho que ver con lo que hacía para los Go Betweens, que era, básicamente, un grupo de pop juvenil. A sus 68 años, nuestro hombre ya no está para expansiones juveniles y sí para fabricar un pop reflexivo y literario. Un pop adulto, si tal cosa es posible.

Es lo que lleva haciendo desde el inicio de su segunda etapa en solitario, que se inició con The evangelist (2008) y prosiguió con Songs to play (2015), Inferno (2019) y The candle and the flame (2023).

Cuando empieza a oscurecer

Antes de eso, grabó tres discos esplendidos con Grant McLennan: The Friends of Rachel Worth (2000), Bright Yellow, Bright Orange (2003) y Oceans apart (2005). Probablemente, Forster y McLennan habrían grabado más álbumes, ya que las canciones del uno complementaban perfectamente las del otro, pero un infarto se llevó por delante al pobre Grant en 2006, a los 48 años de edad.

El cantante Robert Forster WIKIPEDIA

El público de los Go Beetwens se reparte entre los que prefieren el estimulante pop de la formación inicial y los que preferimos las canciones del dúo Forster – McLennan, que somos los que ahora nos apañamos con Forster a secas, con su rock/pop/folk intemporal, reflexivo y literario. Los discos de Forster son de los que hacen compañía y aportan consuelo en momentos melancólicos, a condición de que la melancolía sea moderada (si no lo es, hay que acudir directamente al difunto Nick Drake).

Robert Forster se asomó a la fama de joven, con los Go Betweens, y da la impresión de que no acabó de gustarle lo que vio. Ahora es un músico que se interna en la vejez y solo graba cuando considera que tiene algo más o menos nuevo que decir. Strawberries salió a finales de mayo y sigo escuchándolo a día de hoy. Preferentemente por la tarde, cuando empieza a oscurecer, pero uno se resiste a encender las luces.