Portadas de libros para este verano: los mejores ensayos

Portadas de libros para este verano: los mejores ensayos

Ideas

De la revolución rusa al refugio de las cabañas: la pasión por la lectura en verano

Un regalo del historiador Robert Service, la agudeza de Eva Morell, la sabiduría de Omri Boehm y los griegos, siempre, conforman lecturas para reflexionar en agosto

De Cuba a la España de los heterodoxos: las lecturas 'valientes' para entender el mundo este verano

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Pensar en verano. Recorrer la historia y tomarse un respiro para tratar de imaginar una alternativa a lo sucedido. Aunque pueda dar pereza, las largas tardes de verano son las mejores para lanzarse a esa aventura. Lo propuesto tiene miga. Pero es muy transitable, porque si se escribe bien todo se interioriza con mucha facilidad. De la revolución rusa a las cabañas, las reales y las inventadas; de la esperanza en un universalismo neutral, a la advertencia sobre la polarización social. Y siempre de la mano de los griegos. A disfrutar en verano.

Sangre en la nieve

Portada de 'Sangre en la nieve', de Robert Service

Portada de 'Sangre en la nieve', de Robert Service

Pudo ser de otra manera. Claro. Pero sucedió de un modo que nadie esperaba. La revolución rusa es un torbellino de emociones, de situaciones encontradas. Robert Service es uno de los más grandes historiadores, catedrático emérito de Historia rusa en la Universidad de Oxford. Ha publicado ahora Sangre en la nieve, la revolución rusa 1914-1924 (Debate). Y resulta un gozo para el lector, porque introduce elementos de enorme interés. Su historia sobre la revolución, con un verbo ágil, una narración trepidante, se alterna con el extracto de diarios de ciudadanos de a pie, que conocen lo que sucede, que reflexionan y analizan la evolución de los acontecimientos. Se trata de un campesino propietario de una explotación media, Aleksander Zamáraev; el suboficial Alekséi Shtukáturov o el contable Nikita Okunev.

Centra Service el libro en una cuestión esencial: hasta qué punto se puede tolerar la violencia, hasta qué momento se considera que puede servir para unos determinados objetivos o puede ensombrecer toda esperanza. A partir de tres personajes, los más importantes, seguramente, el Emperador Nicolás II, el moderado Kerenski y Lenin, el recorrido es asombroso.

Con análisis pormenorizados, sobre el ejército, el emperador o sobre la Duma, el historiador británico insiste en que faltó, en algún momento, la cabeza fría para que la revolución no acabara en una dictadura tan o más cruel que el régimen que dejaba atrás. Con la duda siempre presente, cuando se habla de Rusia, sobre la posibilidad de que el enorme país pudiera evolucionar hacia una democracia liberal. Todo ello sin olvidar las enormes calamidades que provocó la I Guerra Mundial, y el sacrificio humano del que siempre se ha enorgullecido Rusia, también la actual Rusia de Putin que ha invadido parte de Ucrania.

Es un libro de historia, sí, pero es también una narración maravillosa que invita al lector a sumergirse en la Rusia de hace cien años, para que pueda trazar algunos paralelismos.

Cómo empieza una guerra civil

Portada de 'Cómo empieza una guerra civil'

Portada de 'Cómo empieza una guerra civil'

Democracias asentadas, maduras. Es una aseveración que ya no se pronuncia con tanta alegría. ¿Es Estados Unidos, hoy, un país que no debería temer ningún conflicto interno? Barbara F. Walter, catedrática Rohr de Asuntos Internacionales en la School ef Global Policy avd Strategy de la Universidad de California en San Diego, lo pone en duda. Su libro ha causado sensación. Se trata de Cómo empieza una guerra civil y cómo evitar que ocurra (Península).

El grado de polarización, la influencia de las redes sociales y de nuevas maneras de interactuar, entre ciudadanos que se distancian del día a día, pero, al mismo, se enzarzan en mil batallas con mucha agresividad, no augura la estabilidad de esas democracias. En el libro Walter da cuenta de las reflexiones de ciudadanos de la ex Yugoslavia. El ejemplo es importante. Era un país con un alto nivel educativo. En 1984, sólo seis años antes del conflicto que rompió el estado, Sarajevo había albergado los Juegos Olímpicos de invierno.

Ciudadanos de Bosnia-Herzegovina señalaban, y así se muestra en el libro, que estaban convencidos de que no les iba a pasar nada similar a lo que ya había sucedido en Croacia. Y, a pesar de que se potenciaron las diferencias, el país era culturalmente bastante homogéneo. ¿Qué ocurrió?

La decisión de encumbrar a un determinado grupo social y étnico, al aseverar que ha sido marginado, polariza a una sociedad y acaba provocando sentimientos que suelen liberarse. Trump se ha apoyado en los norteamericanos blancos, de origen anglosajón, con pocos estudios, para polarizar y alcanzar el poder. La división, la provocación continua, le ha dado resultados a corto plazo. Pero, ¿cómo puede afectar al conjunto de la sociedad norteamericana?

El libro de Walter supone una clara advertencia: una democracia que se supone asentada puede saltar en mil pedazos. Lejos de vivir tiempos pacíficos, de forma aparente, la división interna en los países es cada vez más feroz. Sin instituciones fuertes en las que todos se sientan representados, desde el diálogo y la moderación, los países pueden sufrir guerras civiles. Atención, luz roja.

Universalismo radical

Portada de 'Universalismo radical'

Portada de 'Universalismo radical'

Un libro a contracorriente. Un canto a la esperanza y a lo mejor que ha dado el hombre. ¿Ingenuo? Omri Boehm es profesor de filosofía en Nueva York. Pero estudió en la Universidad de Tel Aviv. Es judío, y ofrece un mensaje: hay que volver a Kant, hay que pensar en términos de neutralidad institucional. El título del libro, editado en Taurus, es tremendo: Universalismo radical, más allá de la identidad. ¿Es posible hoy?

El mundo camina en dirección contraria a lo que sostiene Boehm. Los particularismos son los que triunfan. También los países reclaman sus propios modelos, con la idea de que nadie tiene hoy una voz que deba prevalecer. Lo sostiene China, o la India, e, incluso, Estados Unidos, que se suponía que era el ejemplo de esa democracia liberal asentada en los valores de la Ilustración.

La crítica comunitarista al liberalismo, a la idea kantiana sobre los valores universales, ha sido, en parte, acertada. El reproche se sustentaba en que ese universalismo nunca ha sido real. Sólo se aplicaba cuando interesaba, cuando a Occidente le venía en gana.

John Rawls, el padre de la defensa de un ‘liberalismo político universal’, --que bebe de Kant-- es interpretado de nuevo por el filósofo judío. Con él de la mano, se adentra en un campo de minas.

Boehm va fuerte. Pide que ese universalismo sea “radical”, que no dé la oportunidad a la crítica. Recurre a Kant, pero también –y aquí está la singularidad del autor—al monoteísmo ético de los profetas judíos.

Es decir, desde el judaísmo se reclama que pueda existir un conjunto de valores universales que se apliquen y se respeten. Eso, hoy, cuando el mundo ve lo que está haciendo Israel en Gaza, muestra una gran osadía. El libro muestra que es posible, que debemos todos volver a Kant, con la ayuda de esos profetas judíos.

Refugio

Portada de 'Refugio', de Eva Morell

Portada de 'Refugio', de Eva Morell

El apartamento del cazarrecompensas Rick Deckard, el personaje que interpretaba Harrison Ford en Blade Runner. Sí, era futurista y apocalíptico, pero la atmósfera nos gustó. Recordaba a una cabaña. O a una cueva. En plena noche, con libros acumulados y un piano de cola y poca luz. Había una localización real. Se trataba de la Casa Ennis, una de las diez mejores residencias de la historia. Fue construida por Frank Lloyd Wright, coetáneo de Le Corbusier. Era un amante de la naturaleza y quería reflejar esa armonía con el entorno rural en el que creció, en Estados Unidos.

Historias como éstas se explican en Refugio, una historia de cabañas (Debate), escrito por Eva Morell. Más allá de las peripecias de algunos arquitectos, el libro nos lleva a esa ensoñación, a la querencia por el refugio, a dejarnos caer en un lugar en el que nos sentimos seguros. Con cada vez más ruido, con un mundo que ha dejado de ser comprensible para muchas personas, el deseo es resguardarse, ocultarse, vivir con nosotros mismos cuando todo se derrumba.

Morell propone algo muy seductor. Se trata de un recorrido a través de los siglos, que relaciona al ser humano con las cabañas, las reales y las fantasiosas. Es la habitación propia de Virginia Woolf, la que encontró en Monk’s House, o el hogar de Joel Fleischman en Doctor en Alaska. Pero es también la caseta en Montana desde la que Unabomber aterrorizó a la sociedad estadounidense entre los años setenta y noventa.

El hecho es que todos quisimos construir una pequeña cabaña cuando éramos niños. Y ahora, de mayores, deseamos un refugio. Volver a esa casa de madera, minúscula. El libro de Eva Morell, con bellas ilustraciones de Eduard Bagur, nos habla de nosotros mismos.

Siete maneras de alcanzar la felicidad

Portada de 'Siete maneras de alcanzar la felicidad'

Portada de 'Siete maneras de alcanzar la felicidad'

La felicidad, ¿qué es? ¿Se alcanza en algunos instantes de la vida? ¿Es, en realidad, un equilibrio entre muchas pasiones? El escritor, guionista y director de televisión, Daniel Tubau, se adentra en esa idea de la mano de los clásicos. En Siete maneras de alcanzar la felicidad según los griegos, (Ariel), Tubau traza los caminos que se han seguido, escuelas que han perseguido un frágil equilibrio.

Porque todo se ha dicho. Mucho se ha pensado. Pero se ha perdido en el camino. Hay que recuperar esas lecciones de vida. Hay que recorrer el platonismo y su sabiduría trascendental, el epicureísmo con sus placeres serenos, el aristotelismo y el ideal de equilibrio, el estoicismo –cada vez más admirado—como vía de transformación, el hedonismo que celebra el gozo, el escepticismo que cultiva la duda y el materialismo de Demócrito, que se centra en el buen ánimo.

En un momento de profunda desorientación, lo que propone Tubau es pensar de nuevo en lo que los griegos nos dejaron. Se trata de una conversación, de un diálogo, entre aquellos pensadores y el hombre y la mujer modernos que viven muy aislados, a pesar de la vorágine del día a día y de la falsa apariencia de que podemos comunicarnos con muchas personas. Desde la soledad, en un tête a tête con los filósofos griegos, con Tubau susurrando en el oído.