Portadas de ensayos y libros para la reflexión durante este verano
De Cuba a la España de los heterodoxos: las lecturas 'valientes' para entender el mundo este verano
Hay que atreverse a "desaprender", a dejar los prejuicios en el cajón, con propuestas atrevidas: desde García-Petit, hasta Vicenç Fisas, Chomsky, Monbiot y Hutchison o Emilia Landaluce
La lectura se debe plantear como un duelo con uno mismo. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a transigir, a reforzar nuestras propias convicciones, o a abrazar otras respuestas, después de dudar de lo que hemos aprendido? El tiempo lo condiciona todo. Leer en la madurez o cuando se forma el espíritu, en la juventud, lo condiciona todo. Pero lo recomendable, en la edad que sea, es atreverse, lanzarse. Y en verano hay algo más de tiempo para ello. Las cinco recomendaciones van en esa dirección: valentía para dudar, para aprender, para dejarse seducir. Ahí van, de Cuba a la España de los Heterodoxos, de la revolución neoliberal de los años ochenta del siglo XX a los valores eternos de Occidente. Y sin olvidar el discurso del “miedo”.
Manual para crear miedo
Portada del libro de Fisas, en la editorial Icaria
Cambio de tercio. Ahora hay que rearmarse. La situación ha cambiado. Peligro. ¿De verdad? ¿Qué se esconde tras ese nuevo discurso? Vicenç Fisas sabe de lo que habla. Acumula experiencia. Ha analizado los discursos públicos, ha cotejado los datos que se ofrecen y no tiene nada claro que la respuesta internacional sea la correcta. En Manual para crear miedo (Icaria), el analista de procesos de conflicto y paz, considera que se utiliza el miedo (como tantas otras veces en la Historia) como una herramienta de poder.
Fisas pretende que la ciudadanía esté atenta, que no se deje seducir por cantos de sirena. Entiende que se construyen de forma artificial percepciones de amenaza. Percepciones, no hechos. Y con ello se reclama un rearme, la militarización y la escalada internacionales.
La paradoja es que ese relato, esa retórica sobre la necesidad de estar preparados para una guerra puede acabar, realmente, provocando un conflicto de graves consecuencias. Ha sucedido más veces. Ocurrió con la I Guerra Mundial, que nadie quería, pero que las potencias europeas provocaron con sus amenazas cruzadas.
La espiral de acción y reacción entre potencias, con el incremento de presupuestos en Defensa, puede encender un conflicto real. Porque, ¿de verdad el rearme lo que consigue es mantener la paz? ¿Hasta qué momento? Fisas reclama que no se ceda ante ese discurso interesado sobre el miedo.
La doctrina invisible
Portada del libro sobre el neoliberalismo, en Capitán Swing
Todo podría ser de otra manera. Pero ha muerto hasta la idea de pensar en una alternativa. El neoliberalismo ha triunfado al anular otras posibilidades. Pero ha fracasado porque ha sumido a gran parte de la Humanidad en la desesperanza, en la inseguridad y en la apatía. ¿De verdad es consciente la ciudadanía, en los países occidentales, de la fuerza de unas ideas que parecían liberadoras? Dos autores, con profesiones y miradas distintas, han querido abordar la cuestión. Se trata de George Monbiot, periodista y activista británico, y Peter Hutchison, cineasta y educador. Los dos plantean en La doctrina invisible (Capitán Swing) una crítica severa al neoliberalismo.
La idea es que no se trata únicamente de la gestión del ámbito económico. El neoliberalismo, que triunfa a partir de los años ochenta en el Reino Unido y en Estados Unidos, para impregnar todo el mundo Occidental e influir en el resto del planeta, sentencia que hay personas individuales, y que son “consumidores” antes que cualquier otra cosa. “Uno de los efectos más perniciosos ha sido hacer que nuestras diversas crisis –desde los desastres climáticos hasta las crisis económicas, desde la degradación de los servicios públicos hasta la pobreza infantil rampante—parezcan no tener relación”, se señala en la presentación de libro.
Los dos autores lo que señalan es que todas esas cuestiones se pueden unir. Hay una relación directa “entre el neoliberalismo y el fascismo que se aprovecha de la desesperanza y la desesperación de la gente”.
Una lectura que desafía a muchos creyentes. Con la esperanza de que para creer, primero hay que saber exactamente qué se tiene delante.
Heterodoxos
Portada del libro 'Heterodoxos', en Debate
Un sacrilegio hoy, una revolución. “Atrévete a leer”, dice Andrés Trapiello en el prólogo de Heterodoxos (Debate), el libro que ha coordinado Emilia Landaluce. Una serie de escritores y académicos escriben perfiles elaborados de figuras polémicas. ¿Por qué? Porque no siguieron a los suyos a rajatabla, porque quisieron pensar y actuar por sí mismos. La lectura del libro dejará en el lector una perspectiva diferente. Porque son los ‘heterodoxos’ los que permiten evolucionar, mejorar, seguir adelante. Y en España eso es una cuestión de extrema necesidad. Los diez personajes que se retratan, todos ellos del siglo XX, son ilustrativos.
Hay hambre de personas con esas características. Salir de la trinchera, ir contra la trinchera, abrir horizontes, falsarse a sí mismo, y buscar derroteros que permitan acercarse al otro.
Son figuras como Julián Besteiro, que provocó la animadversión en los dos flancos, en la izquierda y en la derecha. Aparece el sacerdote José María Albareda, fundador del CSIC. También una destacada falangista como Mercedes Formica, impulsora de grandes reformas jurídicas en favor de las….mujeres. Entra en la lista Francesc Cambó, Ortega y Gasset, Demetrio Carceller, Federica Montseny, Gonzalo Fernández de la Mora, Felipe Sánchez-Román y Mercedes Sanz-Bachiller.
Sostiene Andrés Trapiello: “Hay algo común a todos estos personajes: la fuerte personalidad de cada uno de ellos, propia de quienes sobrevivieron (algunos ni eso) en una época del siglo XX caracterizada por su encarnizada voracidad para aquellos que se salían de la secta y buscaban el bien de la comunidad en el sentido común”.
Lectura Crítica de Occidente en la era Trump
Portada del libro de García-Petit, en Círculo Rojo
Una defensa valiente de una idea que quiso ser universal, y que todavía está a tiempo para convertirse en una especie de tabla de salvación de la humanidad. El propósito de Jordi García-Petit, doctor en derecho por la Universidad de Barcelona, director jurídico del Comité de las Regiones de la Unión Europea, un referente para varias generaciones en el campo académico y en el ámbito político, es que Occidente pueda ser un asidero para la humanidad en tiempos tan convulsos.
García-Petit analiza con rigor el camino que ha seguido Occidente. El libro, Lectura Crítica de Occidente en la era Trump (Círculo Rojo) recuerda los legados de Grecia y Roma, constata la decadencia de la Edad Media y alaba el Renacimiento. Repasa la Ilustración y el liberalismo y señala cómo se ha completado la idea de Occidente con otras aportaciones. Pero no rehúye que ese Occidente, representado por Europa y Estados Unidos, se abrió pasó a través de la violencia y dejó marcas todavía muy presentes. Pese a la “colonización” y a esa supuesta superioridad moral con la que se violaban derechos en otras partes del mundo, García-Petit entiende que todavía puede servir, ante la lucha despiadada que se ha desatado. En Rusia se clama, sin subterfugios, que se está en “guerra con Occidente”. Lo grita Putin. Ergo, ese Occidente debe defenderse.
Y, en paralelo, los Estados Unidos de Trump, se han distanciado de Europa, con otros valores, muy distintos, con la voluntad de defender de forma torticera los propios intereses patrios. Ante ese nuevo escenario queda Europa: Occidente, con la bandera de la Ilustración. Es la “esperanza” ante el nuevo mundo. Se trata de abrazar “lo bueno de Occidente” y defender con convicción sus valores democráticos, la defensa de los derechos individuales y la solidaridad.
Es el libro de García-Petit una reivindicación de lo mejor que ha podido elaborar el hombre cuando se trata de proyectos colectivos. Occidente debe poder prevalecer, debe ser la guía para una Humanidad cada vez más violentada. Es la voz de un hombre de ciencia, de un profesor de Derecho Internacional realmente respetado.
Sobre Cuba
Portada del libro sobre Cuba, en Capitán Swing
Hay que dejar los prejuicios a un lado. Algunos potenciales lectores sobre un libro de Cuba se fijarán en el nombre del autor, y una vez identificado dirán: ‘ni hablar’. Otros, en cambio, aplaudirán, pero tampoco lo leerán con atención. Estamos hablando de Noam Chomsky, un referente de la izquierda internacional. Le acompaña Vijay Prashad, un historiador y periodista marxista de la India.
Es importante saber qué tenemos entre manos, pero hay que leer y estudiar. El libro, editado por Capitán Swing, la editorial que ha conectado mejor con un público joven que no quiere cosas descafeinadas, no rehúye la autocrítica. Refleja lo que ha sido un país anclado en un contexto histórico, que no ha sabido responder a las nuevas demandas de una sociedad agotada, en el campo material y espiritual. Pero los dos autores no olvidan las intervenciones de Estados Unidos, esa “larga vendetta del gobierno estadounidense”, como señala Kirkus Reviews.
La conversación sobre Cuba que plantean los dos autores refleja la complejidad de las relaciones internacionales, el papel de una isla que marcó a generaciones en todos los continentes, y que no puede ser identificada, sin más, como un estado “autoritario” que esclaviza a sus ciudadanos, como se ha dado a entender en los medios de comunicación norteamericanos.
En un momento en el que Trump ha dado cuenta de lo peor de una sociedad estadounidense que apenas sabe nada sobre el mundo, la lectura del libro supone una invitación para abrir los ojos y analizar con criterio. ¿No gusta el modelo de Cuba? Claro que no. Pero, ¿tuvo alternativas claras en determinados momentos de su historia?
Con una idea clara, militante, sobre qué debe plantear la izquierda, los autores señalan: “El pueblo cubano se enfrenta a un gran reto en cuanto a cómo plantear una idea de su propio proceso, de su lucha por mantener la primacía de la vida social por encima del dinero”.
Quizá nadie está interesado ya en esa superación.