Cenar después de las 21 horas puede provocar obesidad infantil / EFE

Cenar después de las 21 horas puede provocar obesidad infantil / EFE

Ciencia

Cenar después de las 21 horas tiene terribles consecuencias para los niños, según Harvard

Un estudio señala que los menores que ingieren comida tarde "tienen el doble de posibilidades de presentar obesidad"

14 octubre, 2020 20:07

Cenar tarde puede tener pésimas consecuencias para la salud de los más pequeños. Así lo revela un nuevo estudio elaborado por la Universidad de Harvard que relaciona estos malos hábitos con la obesidad infantil.

Marta Garaulet, doctora en Farmacia, catedrática de Fisiología y Nutrición de la Universidad de Murcia e investigadora en la citada facultad se muestra tajante: “Los niños españoles que cenan después de las nueve tienen el doble de posibilidades de presentar obesidad”.

Metabolismo

El trabajo, elaborado junto a los investigadores Frank Scheer y Nuria Martínez Lozano y publicado en la revista Nature, señala que, al ingerir alimentos a una hora tan tardía, los pequeños en edad escolar “gastan menos energía en metabolizar los alimentos de su cena y eso influye en que presenten más riesgo de engordar”.

En el estudio participaron un grupo de 432 menores de 8 a 12 años y la conclusión es que “los niños españoles cenan a las 20.45 horas de media”. Si lo hacen pasadas las 21 horas “ya lo hacen tarde”.

Sueño

A lo largo del estudio, vieron que aquellos pertenecientes a este segundo grupo “ya presenta unos marcadores de inflamación y de riesgo vascular (Proteína C reactiva)”, predictores de lo que les puede pasar cuando sean adultos. En este sentido, concluyen, “cenar después de las nueve tiene graves consecuencias para la salud infantil: tienen el doble de riesgo de tener obesidad y, si no cambian los hábitos, tendrán problemas cardiovasculares de mayores”.

Garaulet recomienda en una entrevista en el ABC que “alejar la ingesta de la cena por lo menos dos horas y media a la hora de acostarse sería una buena idea. Sólo con eso mejoraría el metabolismo y disminuiría el riesgo de obesidad y de enfermedad vascular”. Si no se hace, “todo su ritmo biológico se retrasa” y eso incluye también el sueño.