La ‘Edad de Plata’: mapa estelar

La ‘Edad de Plata’: mapa estelar DANIEL ROSELL

Letras

La ‘Edad de Plata’: mapa estelar

Taurus devuelve a las librerías la edición definitiva del ensayo de José Carlos Mainer sobre el esplendor de la literatura española entre 1902 y la Guerra Civil

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Estamos solos en la galaxia –según todos los indicios– pero, a cambio de este sentimiento de aislamiento espiritual, tenemos el inmenso privilegio de contemplar todas las noches un hermoso cielo cargado de estrellas. No existe nada que atenúe más esta sensación de abandono que vislumbrar esa constelación de luces lejanas e imaginar, aunque sea a una distancia de años luz, que quizás estamos equivocados y exista alguien más ahí fuera. En 1927, Ernesto Giménez Caballero (1899-1988), hombre de vanguardia, intelectual falangista, hijo de su siglo y fundador de La Gaceta Literaria (1927-1932), dispuso a los escritores de la modernidad española sobre un mapa con el fondo de una esfera celeste. 

Estaban (casi) todos: el prosaísmo de Baroja, el tormento de Unamuno, la sabia sencillez de Machado (Antonio), el pálpito minimalista de Azorín o el sueño patricio y decadente de Valle Inclán. Ortega y Gasset, nuestro mejor pensador, desafortunado en política y alma naturalmente reformista, orbitaba sobre su propio eje. El sistema solar proyectaba sus rayos a través de los grandes escritores de periódicos (Camba, Gaziel, Corpus Braga).

La Generación del Novecientos

La Generación del Novecientos DANIEL ROSELL

Las revistas literarias (Litoral, Mediodía, Verso y Prosa) componían una galaxia de astros, inferior en tamaño a osas mayores como Juan Ramón Jiménez o Ramón Menéndez Pidal, que dominaba el subsistema de la Revista de Filología. El Abc de los Luca de Tena daba nombre a todo un sistema planetario y, a su lado, con Eugenio D’Ors y Jacinto Benavente, aparecía la nebulosa de la Academia. Fue una forma bastante original –en esa hora– de ordenar la constelación de nombres e instituciones que, desde 1902 hasta la Guerra Civil, forjaron la nueva literatura española. 

José Carlos Mainer eligió este mapa, alterando los colores originales para incluir toques de rojo, amarillo y morado –los colores de la bandera republicana– para ilustrar la cubierta de la primera edición, publicada por Libros de la Frontera, el sello de José Batlló, de La Edad de Plata, un ensayo que en 1975 planteaba una interpretación panorámica de la era de la literatura en español más brillante de la historia, después del Siglo de Oro.

Primera edición de 'La Edad de Plata' (1975)

Primera edición de 'La Edad de Plata' (1975) LIBROS DE LA FRONTERA

El libro irrumpió en el ámbito de los estudios literarios como una anomalía: Mainer, catedrático en Zaragoza, usaba un método británico –el ensayo de libre asociación de ideas, a salvo de todos los academicismos innecesarios, pero cargado de erudición, sentido y lecturas– para analizar los avatares de la cultura española de principios del pasado siglo. 

Su pesquisa original, motivada por unas conferencias, comenzaba en 1902 y terminaba en 1931. En una segunda edición (Cátedra, 1980) ampliaba el campo de estudio hasta el año 1939, coincidiendo con el final de la Guerra Civil. Taurus devuelve ahora este ensayo a las librerías en una edición definitiva, prologada por el honorable Mainer, que tenía la edad de Cristo cuando puso el punto (y seguido) de la primera versión del libro, análoga a la que tenían muchos de sus protagonistas cuando debutaron en el Parnaso de las letras, con un pertinente epílogo (de actualización bibliográfica) a cargo de Domingo Ródenas de Moya y Jordi Gracia. 

José Carlos Mainer

José Carlos Mainer

La Edad de Plata es un libro seminal. Con abundante descendencia. Marcó una forma distinta, modernísima, de tratar los estudios literarios y causó réplicas dentro del ámbito de la filología. Su mayor mérito, sin embargo, es haber trascendido la convención académica para abrir la perspectiva de la interpretación literaria a los lectores ordinarios. Mainer, en cierto sentido, hacía en este libro lo mismo que los escritores rebeldes de la modernidad española, más tarde convertidos en patriarcas y sustituidos (no sin discordia) por los autores de la Generación del 14: establecer el criterio de la apreciación literaria desde el punto de vista de la interpretación cultural, al margen del relato biográfico y bibliográfico. 

'Falange y literatura'

'Falange y literatura' RBA

Evidenció así que la filología, que nació como una disciplina histórica, podía alcanzar, en términos de estilo y perspectiva, la condición artística que, dentro de la tradición entonces dominante, ni siquiera se planteaba. El ensayo de Mainer, autor de libros referenciales, como Falange y literatura (RBA), Tramas, libros y nombres para entender la literatura española, 1944-2000 (Anagrama) o su excelente biografía sobre Baroja (Taurus), cuyas obras completa dirigió para Galaxia Gutenberg, contextualizaba nuestro devenir literario en relación a Europa y entrecruzaba (con brillantez) la creación intelectual con la política, el arte y la sociología, reconstruyendo de esta forma un tejido cultural perdido que permite entender la hegemonía de nuestra literatura a principios del XX. 

'Pío Baroja'

'Pío Baroja' TAURUS

Más de cuatro décadas después de su aparición, La Edad de Plata ha adquirido la condición de clásico por derecho propio. No es un manual, aunque haya servido como tal para investigadores y profesores de universidad, porque ni están todos los autores ni tampoco todas sus obras. Su objetivo era otro: recomponer el puzzle que el tiempo disgregase sin piedad a partir de una serie de conceptos generales. Desde la famosa crisis finisecular provocada por la pérdida de las últimas plazas del imperio español en Ultramar –Cuba y Filipinas, a la que contribuyeron de forma decidida las injustas políticas proteccionistas que enriquecieron a la burguesía catalana– a la creación de los circuitos de difusión cultural, pasando por la sacudida del modernismo y el inicio de las vanguardias. 

En aquella España de la Restauración, de gobierno oligárquico y poco amiga de los cambios sociales, emergieron grandes escritores cuyas obras planteaban una reflexión original sobre el alma española, las tensiones entre la modernidad y el conservadurismo heredado y la búsqueda de una retórica más acorde con las aspiraciones de los (entonces) nuevos tiempos, marcados por la transformación de un viejo país rural y eclesiástico en una sociedad urbana y aconfesional. 

'La Edad de Plata'

'La Edad de Plata' TAURUS

En definitiva, una historia cultural de nueva planta que no ignora las circunstancias ideológicas que la motivan, desde el krausismo o el regeneracionismo de Joaquín Costa a la juventud ególatra de los nuevos autores –a los que la vida, el interés, la posguerra y la supervivencia llevarían por otros senderos distintos, a veces contradictorios–, pasando por el resurgir regional, el militarismo, los anhelos revolucionarios, el dominio clerical, la corrupción, la consolidación de las clases medias, el desarrollo del periodismo español, que ejerció durante estos años una excepcional hegemonía cultural, superior a la influencia de los libros y el teatro, o la radicalización social anterior a la contienda de 1936. Mainer puso así letra a la música de la topografía celestial de Giménez Caballero. Su Edad de Plata es un relato de libros y escritores. Y también la crónica de una España que nunca dejó de pensar en España, ese enigma permanente, en primera persona.