Al infierno con Céline (1)
Hay que explorar el enigma, porque al autor de 'Viaje al fin de la noche' y 'Muerte a crédito', obras maestras, fue un perfecto canalla
27 julio, 2024 20:11He detectado cierto interés entre los lectores por aportar nombres para que figuren en esta serie infernal. Tengo que rechazar la mayoría de sus sugerencias, pues aquí enviamos al infierno sólo a escritores auténticos, excelentes en su arte. Aquí no hay sitio, por ejemplo, para Kristian Bala, el informático polaco que asesinó a un hombre creyendo que era el amante de su esposa, y luego utilizó el asunto para escribir la novela Amok, que por cierto le costó que un policía aficionado a la literatura le siguiera la pista, y ahora está Bala pagando su delito en prisión. Cualquier juntaletras con mala entraña no puede aspirar a figurar en esta nómina.
A la que no queda más remedio que incorporar es a Céline (1894-1961), un héroe, condecorado, de la primera guerra mundial, un médico que, como Chéjov, no cobraba o cobraba muy poco a sus pacientes pobres, un moralista a su manera, un gran escritor… y un mal bicho, quizá afectado por alguna tara psicológica, o por decirlo con palabras de Lottman en La rive gauche: “El examen de sus libros y de su vida muestra claramente que fue un genio del mal y que su psicología no era enteramente normal”. De otra forma su saña y su odio son inexplicables.
Bernard Henry Levy, cuando se debatía la elección de Céline en la lista de personalidades que debían ser objeto de las conmemoraciones nacionales en 2011 (quincuagésimo aniversario de su muerte), defendió la idea: “Esta conmemoración debe precisamente servir para explorar el enigma que hace que uno pueda ser a la vez un gran escritor y un perfecto canalla”. Una de las voces más autorizadas de la crítica literaria del siglo XX, George Steiner, escribió: "La idea de una abstracción esencial, de una ruptura entre el discurso y el logro, puede ayudar a abordar la innegable unidad de su obra y subrayar la coexistencia de un talento literario de primer orden y una bestialidad moral evidente".
Según un ingenioso juicio de Bioy Casares, “Céline le gusta a los que hablan a gritos”. Aparte de esa gran verdad, está considerado como uno de los más grandes escritores franceses del siglo XX. Sus dos obras maestras, Viaje al fin de la noche (1932) y Muerte a crédito (1937), renovaron la prosa francesa con la incorporación del habla popular, una indignación moral paroxística, un ritmo de discurso al galope, un fraseo sincopado y espasmódico.
Exterminar a los judíos
Son sobre todo sus panfletos antisemitas de 1937 los que indignan, con razón, a los historiadores, no sólo por su feroz contenido antisemita –corriente ideológica por otra parte muy extendida en la Francia de los años 30-- sino porque durante la Ocupación, cuando ya los judíos franceses estaban siendo deportados camino a los campos de la muerte, se complació en reeditarlos. L’école des cadavres, publicado en el momento en que los nazis entraban en Praga, sostenía la tesis de que el mundo estaba judaizado y de ahí venían todos los males, siendo la solución desembarazarse de la democracia parlamentaria, de los judíos y masones, y establecer una alianza total entre Francia y Alemania. Les beaus draps (se podría traducir como Menudo lío), publicado cuando los alemanes llevaban ya un año instalados en París, lamenta que aún se encuentran judíos por todas partes y reclama su exterminio, igual que el de sus protectores.
“¿Así que les humilla la presencia de los alemanes? ¿Y la presencia de los judíos, qué? Más judíos que nunca en las calles, más judíos que nunca en la prensa, más judíos que nunca en la Sorbona, más judíos que nunca en Medicina, más judíos que nunca en la Ópera, en el Instituto Francés, en la Industria, en los bancos. París, más Francia que nunca, entregada a masones y judíos más insolentes que nunca. … tanta imbecilidad supera al hombre. Una nulidad tan fantástica revela un instinto de muerte, una pesadez de matadero, una perversión mutiladora inexplicable salvo porque ha llegado la hora, el diablo nos posee, el Destino se cumple”. (Concluirá el próximo domingo.)