La escritora Almudena Grandes, una de las grandes referencias de la literatura contemporánea / EP

La escritora Almudena Grandes, una de las grandes referencias de la literatura contemporánea / EP

Letras

Almudena Grandes, la letra solidaria

Grandes, con una extensa obra, dio la campanada con la Movida y se dedicó después a dar voz a los perdedores del siglo pasado

27 noviembre, 2021 22:15

“Luego alcancé a comprender que el tiempo nunca se gana y que nunca se pierde, que la vida se gasta, simplemente”, escribió Almudena Grandes en su novela Malena es un nombre de Tango. Chamartín llora hoy su despedida. Su barrio de nacimiento fue su recreo y su entreno, allí donde la escritora dejó su carta robada a tantas noches de duermevela, letras, artículos, ficciones y reflexiones; también de empeño solidario en contra de la corriente excluyente que baña hoy nuestras playas. Ayer falleció Almudena, la narradora querida por tantos, casi por todos, a los 61 años, a causa de un cáncer.

El día de 1979 en que se concedió el primer Premio la Sonrisa Vertical, en el viejo Bocaccio de Barcelona, la editora Beatriz de Moura y el cineasta Luis García Berlanga celebraron juntos el éxito. Como es conocido, Berlanga se hacía llamar amistosamente el Último Austrohúngaro, cuando Josep Roth, Robert Musil y unos cuantos más eran todavía autores minoritarios en la España de la recién conquistada libertad. Almudena ganó el premio en 1989 --lo presentó en el mismo y casi familiar antro de moqueta y raso-- con Las edades de Lulú, una historia valiente y sensible, llevada al cine por Bigas Luna; una narración de temperamento y caricia al neón de la meta sexualidad, entendida desde los ojos de una adolescente desinhibida.

La escritora madrileña llevó al punto álgido aquella colección inolvidable y sus Edades traspasaron las fronteras del género en las hábiles manos de Beatriz de Moura, la editora de Tusquets. Los libros de la colección desacralizadora funcionaron, y todos sus best sellers fueron femeninos: Wilhelmine Shroeder-Devrient, Mercedes Abad, Elizabeth McNeill, Pauline Réage.

Almudena Grandes, Premio Liber 2018 al autor hispanoamericano más destacado

Almudena Grandes, Premio Liber 2018 al autor hispanoamericano más destacado

Ramón Lobo, jabato herido en mil batallas de la información, escribe en twitter que Almudena Grandes se merece un reconocimiento como el de Saramago en Portugal, con sus “lectores sosteniendo alguno de sus libros como agradecimiento”. Me apunto. Almudena dio la campanada en pleno Movida de los ochenta; gozó y aprendió el oficio de vivir y de escribir. Su marido, García Montero, el director del Instituto Cervantes, le dedicó este poema frágil y rotundo, casi barroco por su pulsión:  “Si alguna vez, la vida te maltrata/ acuérdate de mí, que no puede cansarse de esperar/ aquel que no se cansa de mirarte”. Se puede leer en la dedicatoria del libro titulado Almudena, editado por Valparaíso. Dicen que los poetas no siempre escriben con tinta; a veces lo hacen con sus lágrimas.

La España desaparecida de los cincuenta y sesenta

Sus novelas Te llamaré Viernes,  Atlas de geografía humanaLos aires difíciles, Castillos de cartón, El corazón helado y Los besos en el pan, junto con los volúmenes de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso, la han convertido en uno de los nombres más consolidados y de mayor proyección internacional de la literatura española contemporánea. Varias de sus obras han sido llevadas al cine, y han merecido, entre otros, el Premio de la Fundación Lara, el Premio de los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Rapallo Carige y el Prix Méditerranée. En 2010 publicó Inés y la alegría (Premio de la Crítica de Madrid, el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz), primer título de la serie Episodios de una Guerra Interminable, a la que siguieron El lector de Julio Verne (2012), Las tres bodas de Manolita (2014), Los pacientes del doctor García (2017; Premio Nacional de Narrativa) y La madre de Frankenstein (2020).

El Frankenstein de Almudena, nada tiene que ver con el Prometeo de Marie Shelley; desvela la historia de una parricida encarcelada en el manicomio de Campozuelos (Madrid); la historia refresca la España desaparecida de la generación de los cincuenta y sesenta, la de figuras de fulgor efímero, como Martín Santos, el psiquiatra de la letra enterrada, en Tiempo de silencio, que litigó en vano por encabezar al grupo referente de Sánchez Ferlosio y Juan Benet o del mismo Juan Marsé. Francamente, puede decirse sin exageración que Grandes ha sido en la práctica, por su extensa obra, una alternativa real al Medio Siglo. Fue fecunda en los ochenta y los noventa. Y más recientemente, en este primer cuarto de este siglo XXI, lo ha bordado, mostrando además un amplio abanico de conocimientos en el ensayo y en las columnas periodísticas, como las de El País o la misma Cadena Ser.

La escritora Almudena Grandes /Efe

La escritora Almudena Grandes /Efe

Fue realmente a partir del año 2000, cuando ella quiso dar voz a los perdedores, a los derrotados del siglo pasado. Dicen que con El corazón helado encontró el contenido real de su literatura. Pero no por hablar del exilio republicano o de los hijos de aquel exilio. Almudena ha sido portadora de una prosa fundamentada; en ella no hay invento o deberíamos decir que ella inventa, en el buen sentido de la palabra; ella crea en todo su recorrido.

En la citada saga, Episodios de una guerra interminable  (un total de seis novelas) alcanza un fresco histórico modelizado siguiendo el ejemplo de los Episodios de Galdos en el XIX. Diseña escenarios y escribe mucho antes de publicar; se anticipa a su genio narrativo, precisamente, para ser más fiel a su coherencia. Y finalmente, forja atmósferas, tipos y arquetipos de una España cruel oculta en la penumbra del desconocimiento. Memoraliza la oscuridad de nuestra historia reciente. Posee un toque balzaquiano que antes de sus entregas podríamos considerar inexistente.