
Imagen de la serie ‘Damages’
‘Damages’: todo sobre mi jefa
'Damages' (aquí titulada Daños y perjuicios), era, en teoría, otra serie de abogados, pero es algo distinto, con Glen Glose en uno de los mejores papeles de su carrera profesional
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Aunque ya no nos acordemos, hubo una época en la que no disponíamos de esas plataformas de streaming que nos permiten ver las series de televisión norteamericanas al mismo tiempo que en su país de origen. En esa época, uno se alimentaba de DVD procedentes de Inglaterra o Estados Unidos que venían en cajitas, cada una de las cuales contenía una temporada de la serie que uno hubiese elegido, siguiendo su olfato o una crítica fiable. El entretenimiento audiovisual salía un poco caro, pero aún recuerdo la sensación de felicidad que se apoderaba de mí cuando aparecía el repartidor de Amazon con la nueva temporada de 24, Nip/Tuck o The shield.
O de Damages (2007, cinco temporadas, actualmente en el archivo de Movistar), protagonizada por Glenn Close en uno de los mejores papeles, si no el mejor, de toda su carrera y por el que obtuvo un Globo de Oro y dos Emmy.

imagen de la serie 'Damages'
Damages (aquí titulada Daños y perjuicios), era, en teoría, otra serie de abogados, un subgénero que siempre me ha resultado más bien aburrido. Por eso no las tenía todas conmigo cuando apareció el mensajero de Amazon. ¿Me había dejado engañar por la revista Variety? Afortunadamente no, pues había algo especial en esa serie de abogados que funcionaba como un thriller trepidante y como un estudio de personajes ejemplar. Bien mirado, Damages podía considerarse una versión leguleya del clásico de Joseph L. Manckiewicz All about Eve (Eva al desnudo).
Creada por Daniel Zelman y los hermanos Glenn y Todd A. Kessler, Damages se centraba en las actividades, no siempre un ejemplo de ética, de la abogada criminalista Patty Hewes (Glenn Close), una mujer acostumbrada a ganar al precio que fuese y recurriendo a lo que hiciera falta, siempre secundada por su fiel Tom Shayes (Tate Donovan), un buen tipo que no siempre aprobaba los métodos expeditivos de su jefa.
Relación amor-odio
Al bufete de Patty Hewes llega una pipiola recién salida de la universidad, Ellen Parsons (Rose Byrne), cargada de buena fe y con kilos de ética a la espalda, con la que la veterana abogada iniciará una extraña relación de amor-odio. Dada su manera de ser, ambas chocarán ligeramente de entrada, aunque nunca sabremos con seguridad si Ellen es la adversaria de Patty o su heredera natural. Cuando el novio de Ellen es asesinado y todas las sospechas recaen sobre ella, ambas mujeres tendrán que hacer frente común.

La serie 'Damages', con Glenn Close
Aparte de este crimen, hay en la serie un malvado recurrente, el turbio empresario Arthur Frobisher (Ted Danson, en un papel inusualmente siniestro para él, más dado a la comedia, como en su rol de amigo del insufrible Larry David en Curb your enthusiasm), con el que Patty mantendrá otra relación de amor- odio, dependiendo en este caso de si puede serle útil para algo o más bien un estorbo.
La que más brilla
Las interpretaciones en Damages son todas excelentes, pero es Glenn Close quien más brilla, ya que la arpía calculadora de Patty Hewes (con su marido, que está siempre viajando por negocios, y su hijo, que la detesta) es uno de los mejores personajes de la historia de la televisión. No es que la señora Close aguante la serie ella solita, pero poco le falta. Y de ese poco se encarga eficazmente Rose Byrne.
Lejos de centrarse en las secuencias de juicios, costumbre muy arraigada en las series de abogados desde los tiempos de Perry Mason, Daños y perjuicios se mueve con más comodidad en el antes y el después de los juicios. Lo cual incrementa la acción de la serie y la hace bastante más atractiva para los que nunca les hemos acabado de ver la gracia a las series de abogados.
Sé que mi obligación es reseñar productos (más o menos) recién estrenados, pero no renuncio a rescatar del olvido series que me encantaron y que ahora, como Damages, crían polvo en el archivo de las plataformas de streaming. Algo me dice, por cierto, que Damages no será la última.