Miércoles Addams, detective gótica
La miniserie, un spin off de Los Addams, incorpora un tono de thriller para todos los públicos que gusta, aunque no tanto para los amantes de la historia original
23 diciembre, 2022 19:16El humorista gráfico norteamericano Charles Addams (Westfield, Nueva Jersey, 1912--Manhattan, Nueva York, 1988) se sacó de la manga en 1938 a una familia excéntrica, humorística y un pelín siniestra que le daría para 150 chistes a página entera publicados en el mítico semanario The New Yorker. En 1964, durante dos temporadas únicamente, los Addams dieron el salto a la televisión, que les dio la oportunidad a sus miembros de dar rienda suelta a su peculiar insania: el padre, Gómez, era una especie de hidalgo venido a menos; la madre, Morticia, llevaba la voz cantante y cuidaba, a su manera, de los hijos de la pareja, el tragaldabas de Pugsley y la pre gótica Miércoles, ayudada por el tío Fétido, que nunca se supo si era hermano suyo o de su marido. Para completar el elenco estaban también Lurch, el chófer de la familia, y Cosa, que era una mano desprovista del resto del cuerpo que tenía vida propia y se llevaba especialmente bien con Miércoles.
En los años 90, los Addams saltaron a la pantalla grande con dos largometrajes estupendos en los que Raúl Julia y Anjelica Huston heredaban los roles de Gómez y Morticia, interpretados en la serie por John Astin y Carolyn Jones. Y ahora, tras unos años en los que hemos tenido que conformarnos con adaptaciones cinematográficas de dibujos animados, los Addams han vuelto a la pequeña pantalla por cortesía de Netflix y en forma de spin off, ya que la miniserie (ocho episodios) Miércoles se centra en las aventuras detectivescas de la niña de la familia, a la que da vida brillantemente Jenna Ortega, que a sus 20 años aparenta catorce y lleva trabajando como actriz desde la más tierna infancia.
Aunque Netflix ha vendido la serie como si fuera una creación de Tim Burton, éste se ha limitado a dirigir los tres primeros episodios y a colar a su músico de referencia, Danny Elfman, para la banda sonora, que altera temas propios con canciones ajenas muy bien elegidas (a destacar una adaptación para violonchelo del viejo éxito de los Stones Paint it black). Los genuinos creadores de la serie son Miles Millar y Alfred Gough, que intentan mantener el espíritu original de los Addams y lo consiguen a medias. Al centrar la trama en las andanzas de Miércoles en el internado Nevermore (guiño al célebre poema de Edgar Allan Poe El cuervo), por cuyos alrededores parece rondar un monstruo tenebroso muy dado a comerse crudos a los alumnos, Millar y Gough han prescindido prácticamente del resto de la familia, que hace apariciones puntuales que dejan con ganas de más, sobre todo porque los papeles de Morticia y Gómez han caído en Catherine Zeta-Jones y el gran Luís Guzmán, secundario de campanillas al que muchos descubrimos en Carlito´s way, la última película decente de Brian de Palma, interpretando al grotesco sicario Pachanga, un simplón dispuesto a matar a quien hiciera falta con tal de prosperar en el mundo de la delincuencia. También el tío Fétido (el hombre que encendía bombillas con la boca) aparece de uvas a peras. Solo Cosa se ha salvado de la escabechina en su condición de imprescindible ayudante de la voluntariosa Miércoles. ¿Qué resultado arroja todo esto? Pues algo así como una mezcla de la familia Addams de toda la vida y la pandilla de Scooby Doo que no se sabe muy bien a qué franja de edad de los espectadores aspira a satisfacer.
Un éxito de público
Miércoles se sigue con agrado, pero no tiene mucho que ver con espíritu de la extraña familia ideada por Charles Addams. Para explicar una historia detectivesca en un internado (aunque se trate de una institución para frikis) no hacía falta recurrir a la hija de los Addams. Y el hecho de que la serie levante el vuelo cuando aparecen Morticia, Gómez y el tío Fétido hace añorar lo que podría haber sido una nueva vuelta de tuerca audiovisual a unos personajes que forman parte desde hace tiempo del inconsciente colectivo de Occidente. Jenna Ortega hace un gran trabajo como la extrañísima Miércoles Addams, pero el personaje, que siempre fue secundario en la serie de televisión de los 60 y los largometrajes de los 90, no sé si da para aguantar todo el peso de la función. Asimismo, la desaparición de personajes fundamentales incide negativamente en la parte humorística de los Addams, que fue siempre la que llevó la voz cantante, mientras que en Miércoles se impone un tono de thriller para todos los públicos que no es que no mueva a la carcajada, sino que apenas te permite sonreír muy de vez en cuando.
Pese a todas estas pegas, la serie ha sido un exitazo y lleva semanas entre lo más visto de Netflix, probablemente gracias a un público que no vio las películas de los 90 ni la serie de los 60 y no conoce, mucho menos aún, los chistes originales del señor Addams. Reconozco que me la tragué entera y que los episodios dirigidos por Tim Burton tienen una fuerza especial, pero la verdad es que hubiese preferido una nueva versión de la historia con la familia al completo. Cosas de la edad, me temo.