El patrullero
La miniserie 'The responder' es un impresionante relato sobre un hombre que se desmorona, con una producción modélica de la BBC
26 febrero, 2022 00:00No sé cómo sería el Liverpool que vio nacer a Lennon y McCartney, pero el actual, sobre todo de noche, es una pesadilla, si hemos de hacer caso a lo que aparece en la estupenda miniserie de Movistar The responder (El patrullero), protagonizada por el gran Martin Freeman (al que descubrimos haciendo de doctor Watson en la versión contemporánea de las aventuras de Sherlock Holmes, quien tenía el prodigioso careto de Benedict Cumberbatch), que también ejerce de productor ejecutivo de esta historia escrita por Tony Schumacher que, en ocasiones, nos remite al mundo infernal que retrató hace años el norteamericano Abel Ferrara en su impresionante largometraje Bad lieutenant, protagonizado por Harvey Keitel.
El responder del título, Roy Carson (Freeman), es un inspector de policía degradado a agente raso por alguna metedura de pata que apenas se insinúa, pero que fue aprovechada por un compañero que le tenía inquina, Ray Mullen (Warren Brown), para hundirlo, actividad en la que persiste una vez logrados sus objetivos. No contento con eso, el infecto Ray se beneficia a la mujer de Carson, Kate (MyAnna Buring), que encontró afecto en el lugar equivocado mientras su marido, destrozado y ausente, se iba hundiendo y alienando a la vez.
Ritmo rápido, no frenético
El agente Carson no frecuenta las mejores compañías: su psiquiatra lo confunde a veces con otro paciente; su mejor amigo, Carl (Ian Hart) es un traficante de drogas; sus esfuerzos por salvar a una yonqui insensata que decide quedarse con un alijo que no es suyo, Casey (Emily Fairn), solo pueden conducirle al desastre; su madre (Rita Tusingham, gloria del free cinema de los 60), languidece en una residencia que le cuesta al patrullero un ojo de la cara; su hija está harta de no verle el pelo y de sus bruscos cambios de humor cuando hace acto de presencia…Carson es un tipo a punto de estallar, una bomba de relojería al volante, y sus patrullas nocturnas por Liverpool solo contribuyen a volverle más loco de lo que ya está. Solo la aparición de una nueva compañera, Rachel (Adelayo Adedayo) permite intuir al espectador que tal vez la redención no sea del todo una misión imposible para nuestro héroe.
Aunque los secundarios son excelentes, es Martin Freeman el que carga sobre sus hombros con todo el peso de la función, y su retrato de un hombre desmoronándose es impresionante, consiguiendo que empaticemos con él, aunque siempre parezca tomar las decisiones que menos le convienen. Narrada con un ritmo rápido, que no frenético, el carácter trepidante de The responder se pone más de manifiesto en el contenido que en la realización y, sobre todo, en la psique atormentada de ese poli que solo intenta ser un buen profesional, pero que encuentra únicamente palesos en las ruedas de su vehículo oficial. Al final del cuarto y penúltimo capítulo, observamos al pobre Carson en lo más profundo del pozo, pendiente de lo que hagan con él unos narcos locales que no se andan con chiquitas (se ha quedado con la cocaína de la desastrosa Casey y no sabe qué hacer con ella, mientras que a su amigo Carl ya le han dado lo suyo). En unos días sabremos si nuestro hombre sale de ésta o se hunde irremisiblemente. Personalmente, deseo lo primero, ya que este bad lieutenant de Liverpool es, en el fondo, un personaje entrañable y dotado de una ética tan peculiar como admirable al que las cosas le han salido muy mal.
En resumen: otra excelente miniserie de la BBC que justifica con creces la pasta que tan benéfica institución le cuesta al pueblo británico y que el cenutrio de Boris Johnson no ve la hora de cerrar.