Curiosidades de 'La casa de papel' que solo conocerán sus más fieles seguidores
La serie, de la que ahora se puede ver la quinta y última temporada, es uno de los grandes éxitos de la ficción española
1 enero, 2022 12:00Son muchos los espectadores que aprovechando las vacaciones, como ahora las de Navidad, o bien el confinamiento obligado, se han propuesto terminar algunas de sus series favoritas. Es el caso de La casa de papel, uno de los grandes éxitos nacionales, de la que ya se puede ver la quinta y última temporada en la plataforma de streaming Netflix.
La serie, que ha batido todos los récords, se desarrolla a lo largo de 41 capítulos en los escenarios de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y el Banco de España para dar vida a una trama que combina acción, intriga, thriller e incluso amor. Una apuesta más que exitosa gracias no solo a este potente argumento, sino a la interpretación que los actores han hecho de unos personajes que ya forman parte de la historia de la ficción española. Una producción que guarda algún que otro misterio o curiosidad que puede que pase desapercibido para algunos de sus fans.
Escenarios de la serie
En las primeras temporadas, el argumento tiene lugar en la Fábrica de Moneda y Timbre donde el grupo de delincuentes capitaneado por el Profesor planea cometer uno de los mayores robos de la historia. Pues bien, lo que se ve en esas primeras imágenes de la serie no es en realidad el interior de esta institución de donde salen los billetes de circulación legal, sino las rotativas de uno de los periódicos con más solera, el ABC.
Precisamente, todo el dinero (en forma de billetes) que se ve en esos capítulos está impreso en papel de periódico con una reproducción tan fiel a los verdaderos que más de uno creería que son de verdad si los tuviese delante. El hecho de no rodar ni en las instalaciones del Banco de España ni tampoco en las de la Fábrica de Moneda y Timbre se debió a la negativa de los responsables de ambos entes públicos de no tomar parte en la serie. Así, tampoco se pudo grabar la fachada del segundo de ellos; lo que se ve es el edificio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
La icónica máscara
Los protagonistas de este impresionante atraco van ataviados con unas peculiares máscaras y un mono rojo. El dato curioso en este caso tiene que ver con ese elemento para tapar su rostro y no ser descubiertos, ya que en un principio los creadores de la serie pensaron en el rostro de El Quijote. Sin embargo, desterraron la idea y pensaron en el genial artista Salvador Dalí. El motivo no era otro que reflejar en cierta manera todo lo que fue la obra y el trabajo del pintor con su punto de rebeldía y disconformidad con la sociedad y lo establecido en su momento.
En cuanto al mono de color rojo, esta opción corrió a cargo de uno de los responsables de La casa de papel, Álex Pina, que quería hacer con este tono un guiño a uno de los colores de la bandera española, así como a varios de los símbolos de la cultura nacional como por ejemplo los toros. También, el empleo de ese color en la vestimenta de los protagonistas guarda relación con la pasión y la violencia, dos de los ingredientes clave de esta trama de ficción. Además, el rojo también se ha asociado a lo largo de la historia a numerosos movimientos revolucionarios.
El narrador
La primera idea que se reflejó en los guiones iniciales de las primeras escenas de La casa de papel otorgaban el papel del narrador al personaje del Profesor. Sin embargo, esto finalmente se cambió al comprobar que en el reparto había más nombres masculinos que femeninos. Se decidió, entonces que fuese Tokio (importante papel interpretado por la actriz Úrsula Corberó) la encargada de poner la voz en off para ir explicando la intra historia tras la trama de la serie.
Si la actriz catalana ha sido uno de los aciertos como parte del elenco de esta exitosa producción, no menos la elección de Álvaro Morte para hacer el papel del Profesor. Sin embargo, esta es otra curiosidad desvelada: su nombre no salía en las primeras quinielas del casting. En un principio se quiso que fuese Javier Gutiérrez el que se encargase de ese personaje, pero tuvo que renunciar ya que se había comprometido antes a hacer de uno de los protagonistas de la aplaudida película Campeones donde hace las veces de entrenador de baloncesto de un peculiar equipo.