Por qué ‘Borgen’ es la serie favorita de los candidatos al 14F
Los cabezas de lista son seguidores de esta producción danesa, cuya protagonista se convierte en primera ministra contra todo pronóstico en un escenario político fraccionado: ¿devoción o postureo?
8 febrero, 2021 00:00Jéssica Albiach (En Comú Podem) se declara seguidora. Eva Granados (PSC) y Alejandro Fernández (PP) la mencionan en sus entrevistas. Laura Borràs (JxCat) afirma que le gusta el personaje protagonista. Y Àngels Chacón (PDECat) no se la pierde. Borgen se ha convertido en la serie favorita de los candidatos a las elecciones del 14F. Y al margen de la expectación que ha generado el anuncio de una cuarta temporada de la producción danesa, los políticos catalanes parecen rendirse a la historia de Birgitte Nyborg, una política que, contra todo pronóstico, se convierte en primera ministra.
Pero ¿qué tiene Borgen que no tengan El ala oeste de la Casa Blanca, Baron Noir o House of Cards?
Alex Fernández y Fran Bragado, especialistas en comunicación política y fundadores de Campaña Permanente, creen que la creciente repercusión que ha suscitado Borgen "se debe a la fiel representación de los sistemas multipartidistas en Europa, en los que es necesario tejer apoyos a diario, en el que se encuentra Cataluña en los últimos tiempos".
La reciente llegada de la profesionalización de la política a España, explican ambos politólogos, "la mal llamada ‘americanización’, provoca que la serie danesa sea todo un referente en la actualidad, ya que describe muy bien cómo funciona la actual política y las nuevas profesiones derivadas de ella, como podría ser la de los spin doctors o asesores estratégicos y de comunicación".
Escenas cotidianas
Estos dos especialistas afirman que la serie "logra transmitir la realidad política de nuestros días, haciendo que el hilo conductor te atrape, sin generar exageraciones disonantes". "En Borgen nos encontramos escenas que nos son cotidianas en política, luchas de poder, internas y de gobernabilidad; tensiones partidistas dentro de coaliciones cuando las encuestas favorecen a unos u otros y la constante disputa del relato entre entes políticos y la prensa, entre muchas otras", explican.
Ambos consideran que se trata de una serie de gran calidad política. Algo en lo que coincide Pep Prieto, crítico de serie de televisión en varios medios de comunicación. Sobre el éxito de Borgen, matiza que "tiene que ver con muchos factores". "Es lógico que la fragmentación política que refleja y que se trate de una serie europea genere una mayor identificación. Aquí no hay esa sublimación de la política y la oratoria que hay en las series norteamericanas, aunque también haya elementos de identificación. Pero en el caso de Borgen, el efecto espejo es superior y se acaba asociando a un modelo de política catalana y española", detalla.
Producto de calidad
Prieto destaca la serie "como un producto de calidad": "Es muy recomendable, es la alternativa europea a las series americanas, con un bipartidismo más acentuado, sus tramas tienen que ver con valores que aquí nos quedan más lejos. Borgen baja más a la arena, habla de Dinamarca, pero tiene más elementos de conexión".
Para el periodista, los políticos catalanes ven en la serie "una manera de ficcionar aquello que viven en el día a día. Borgen ha sabido crear una marca de sí misma, y eso es algo difícil de hacer. El personaje principal forma parte de la iconografía de la serie política moderna. Cada temporada, aun siendo diferente, tiene sus mismos elementos de relato: intimidad, enfrentamiento político y periodismo".
Borgen trata de "comunicación, conciliación familiar, prejuicio sobre la mujer, es poliédrica, por eso el espectador lo ve como algo muy suyo". Y el hecho de que se haya anunciado una nueva temporada para este año en Netflix "ha despertado una expectación más que lógica. No descartemos que haya referencias a la situación actual".
Los paralelismos con la política catalana
Fernández y Bragado ven muchos paralelismos entre los candidatos y formaciones que se presentan el 14 de febrero y Borgen. “Birgitte Nyborg es la primera mujer en ser primera ministra, papel que tratará de interpretar Laura Borràs; además llega al poder provocando un cambio de gobierno, a lo que principalmente aspira Salvador Illa; también logra tejer un gobierno a tres bandas (con la curiosidad de que la presidencia no la ocupa el partido con más escaños de ese tripartito), esa opción de ser vitales en la gobernabilidad de la próxima Generalitat es a lo que se pueden agarrar candidaturas con resultados presumiblemente mas modestos, como Albiach, Carrizosa y Alejandro Fernández".
El escritor y periodista Víctor Amela se muestra muy escéptico sobre esa devoción de los candidatos catalanes. "Creo que se trata de postureo. Puede que ni hayan visto la serie, aunque sí sus asesores, que les habrán dicho que la serie está bien documentada y es muy sobria y verosímil".
Respetabilidad
"Que sea danesa, además, añade respetabilidad a la elección, claro. Y si la han visto de verdad, seguro que ha sido para fijarse en qué errores cometidos por los protagonistas pueden ellos prevenir y evitar, y también qué mañas de esos políticos les pueden ser útiles para aprenderlas y aplicarlas aquí". Amela ironiza sobre los cabezas de lista. "Y es que son como niños, ‘mamá, mamá, yo de mayor quiero ser como los de Borgen’".
"Es una de las series por excelencia para los que nos empapamos de la política a diario, tanto para miembros de los partidos como para los que nos movemos desde posiciones politológicas y de comunicación política (con personajes como Kasper Juul y Katrine Fonsmark), e incluso para los periodistas, ya que somos capaces de vernos reflejados en ella con relativa facilidad", concluyen Alex Fernández y Fran Bragado.