La famosa obra 'Ceci n’est pas une pipe', de Magritte

La famosa obra 'Ceci n’est pas une pipe', de Magritte

Cine & Teatro

Juan Casamayor recomienda a Magritte

El editor de Páginas de Espuma escoge México DF como ciudad favorita, muestra su devoción por la música de Queen y 'La noche americana' de Truffaut, y elogia la novela 'El dolor', de Marguerite Duras

15 noviembre, 2019 00:00

Juan Casamayor (Madrid, 1968) es licenciado en Filología Hispánica por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, donde realizó su doctorado en literatura española del siglo XVIII. En 1999 fundó, junto con Encarnación Molina, Páginas de Espuma, sello independiente que se ha convertido en la editorial de referencia en el género del cuento en castellano. En su catálogo se encuentran los principales escritores contemporáneos junto a clásicos de la literatura universal. Casamayor edita también ensayos, crítica literaria, memorias, diarios, libros de viajes y epistolarios. Desde el año 2008 tiene sedes en México y Argentina. Imparte clases en el Máster de Edición de la Universidad Autónoma de Madrid y ha recibido el premio a la mejor labor editorial en la FIL y el Premio Nacional a la labor cultural en España. Estas son sus recomendaciones culturales para Letra Global.

Marguerite Duras

Marguerite Duras

Un libro: El dolor, de Marguerite Duras. "Reúne sus diarios durante los últimos meses de la ocupación nazi en París, cuando estaba esperando a que su marido volviera o no de un campo de concentración, a pesar de que ella ya tenía una nueva pareja, porque la vida también es así. Es un libro absolutamente visceral, doloroso, revelador, hasta el punto de que Duras explica cómo dirigía una tortura a un confidente de los nazis. Es una epifanía de libro, contradictorio, lleno de claroscuros". 

Un grupo de música: "Queen, siempre. No por la película y lo puedo demostrar: cuando empecé y vine a Madrid en 1997 trabajé para una editorial, Fundamentos, que publicaba libros de canciones. Al editar el segundo volumen de Queen propusieron hacer un preámbulo para explicar cómo era esa etapa y dije: “Por favor, yo”. Escribí dos páginas. Con 16 años, además, iba a un bar que se llamaba ¿A ti qué te importa?, en Zaragoza, en el que de tres canciones una era de Queen y las paredes eran discos del grupo dibujados".

Una película: La noche americana, de Truffaut. "No puedo evitar tener una debilidad maravillosa por ella porque en el fondo es como tener permiso para mirar por el ojo de una cerradura y ver lo que nunca vemos: toda la grandeza y toda la miseria de algo con tanta brillantina y fluorescente como el cine, y además con ese intimismo tan bien cuidado y esos personajes tan profundos que tiene Truffaut". 

Una obra de arte: "Me quedaría con cualquier cuadro de Magritte. Me parece que tiene algo de cuentista. Con Magritte te pasa como cuando lees un cuento: parece contarte una historia con un cuadro y, cuando te alejas de él, todo el silencio de lo no dibujado, toda la elipsis de lo no retratado empiezan a funcionar en la mente del espectador, que comienza a profundizar en su obra y a preguntarse: “¿pero este cuadro qué me ha querido decir, qué historia había detrás de él?”. Es un pintor que me interesa muchísimo". 

Vista del Palacio de Bellas Artes de México DF.

Vista del Palacio de Bellas Artes de México DF.

Una ciudad: "La última en la que he permanecido más tiempo, Ciudad de México, donde siempre me siento perdido y náufrago, pero a la vez poderosamente atraído. Más allá de todo lo que me ha dado México, que es muchísimo, es una ciudad que vibra, a veces literalmente. Lo saben bien los mexicanos: es una ciudad absolutamente fascinante a la que quiero mucho, igual que a las personas que conozco allí:Jorge Volpi, a Alberto Chimal...  Se come además muy bien. Es una gozada de ciudad y es bueno refugiarse allí. No estaría mal esconderse durante un tiempo entre montañas y un pueblo mexicano".