El Círculo de Bletchley
Si no eres un devoto del proceso independentista, TV3 no te da muchas alegrías. En mi caso, se reducen a los partes meteorológicos de Tomàs Molina, por el que siento una admiración sin tasa y disfruto mucho de sus refranes, sus boires, sus boirines y sus vientos ábregos (o llovedores). Este visionario de la climatología justifica tener sintonizada la tele del régimen, aunque se agradecería a la dirección que hiciese algo por ensanchar la base social de la cadena. En ese sentido, cabe destacar la emisión de la miniserie británica The Bletchley Circle, que se puede ver estos días en horario de sobremesa. No durará mucho, pues la serie consta de dos breves temporadas --tres episodios la primera, cuatro la segunda-- que se emitieron en el Reino Unido entre 2012 y 2014. El horario tampoco ayuda, pero ya se sabe que en esa casa el horario de máxima audiencia se reserva para productos llamados a incrementar la autoestima del ciudadano, como El foraster, El gran dictat o las cosas de Mikimoto y de Joel Joan. De hecho, creo que The Bletchley Circle está únicamente para llenar el hueco dejado por el culebrón de después del almuerzo, que no tardará en volver.
Es una pena que la presencia de este tipo de productos en la parrilla de la nostra se reduzca a lo testimonial: no solo de prusés vivimos los que financiamos, aunque sea a nuestro pesar, la tele del régimen
Es una lástima que esta serie se emita prácticamente de incógnito, pues tiene su gracia. Protagonizada por un grupo de mujeres que trabajó durante la Segunda Guerra Mundial en el departamento de descifrado de claves alemanas, la historia transcurre en el Londres de principios de los años 50. Las chicas se han casado y han tenido hijos o se mantienen solteras, pero todas echan de menos la época en que le fueron de utilidad a su país, cuando echarse novio, encontrar trabajo o echar de comer al marido no eran sus prioridades. Aunque de forma circunspecta, pues para algo son británicas, las chicas se aburren como setas. Por eso una de ellas se lanza a investigar las andanzas de un asesino en serie que está sembrando el terror en Londres y recluta a sus viejas amigas para que le echen una mano. Al principio, nadie se las toma en serio, ni la policía ni los machistas de sus novios o maridos, pero ellas no pararán hasta demostrar que lo que aprendieron en el Círculo de Bletchley puede tener importantes aplicaciones en la vida civil.
Prototípica serie británica --bien actuada, bien ambientada y bien escrita--, The Bletchley Circle es un dignísimo entretenimiento para amantes del thriller audiovisual; es una pena que la presencia de este tipo de productos en la parrilla de la nostra se reduzca a lo testimonial: no solo de prusés vivimos los que financiamos, aunque sea a nuestro pesar, la tele del régimen.