
Las pinturas murales de Sijena expuestas en el MNAC Europa Press
Sijena y el eterno retorno de lo idéntico
El abogado del ayuntamiento de Sijena, el señor Jorge Español, descalifica el comité que propone Pepe Serra y dice: “Es más de lo mismo, conocemos cómo son los catalanes, desgraciadamente los conocemos, ellos creen que están por encima de la Justicia, por encima de las leyes, que son más listos que nadie"
Cuánta razón tenía Nietzsche cuando formuló su idea de “el eterno retorno de lo idéntico”. Los especialistas le han dado muchas vueltas y mil interpretaciones a esta idea de Nietzsche, que básicamente postula la posibilidad de que todos los hechos se repiten cíclicamente exactamente igual.
Lo digo tras leer un artículo de ayer (de Teresa Sesé en La Vanguardia), donde Pepe Serra, el director del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), se resiste como gato panza arriba a entregar las pinturas de la sala capitular de Sijena.
En el museo barcelonés, por cierto, estas socarradas pinturas están expuestas muy pulcramente, pero desprovistas, como es natural, de su ambiente, su atmósfera, su contexto sacro, con lo cual pierden el 80 por ciento del relativo valor que tienen.

Pinturas de Sijena expuestas en el MNAC Efe
Sostiene Serra que el traslado las podría dañar irremisiblemente y anuncia, para confirmarlo, la formación de un comité de expertos… liderado por especialistas del MNAC.
Hace veinte años, veinte, que Aragón reclama sus bienes. Y hace nueve años, nueve, ya dije aquí, en Crónica Global, la última palabra sobre este asunto. Exponiéndome, claro, a ser considerado un “mal catalán” o un catalán malo, claro que eso a mí plim. Los hechos, las sentencias, me dieron la razón punto por punto. Nueve años después todos los “bienes de Sijena” ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios, y sólo faltan las pinturas de marras hoy en el MNAC.
El artículo de hace nueve años llevaba por titular “Los bienes de Sijena son… de Sijena” y decía:
“Un titular de prensa advierte de que "Catalunya vería ‘un escándalo y un disparate’ trasladar los bienes de Sijena del MNAC". ¡Caramba! ¡Parece que Catalunya ha hablado, manifestando su malestar, su gran fastidio por la insistencia de las autoridades aragonesas en recuperar lo que es suyo! ¿Mediante qué prodigio metafísico y paranormal ha hablado el país, y cómo se ha escuchado la telúrica voz de Catalunya? ¿Mediante un oráculo, en alguna cueva de Montserrat, un monje que entiende el lenguaje de las piedras?
“Leída la noticia, resulta que no es Catalunya sino el conseller de Cultura, el honorable Santi Vila, el que ha declarado a Europa Press que la devolución le parecería “un escándalo y un disparate”. Acabáramos. Estábamos en lo de siempre: en la confusión interesada entre el país y la Famiglia.
Exigir lo propio y lo ajeno
“El honorable Santi Vila se desautoriza solo. ¿A quién le importa lo que piensa? Semanas atrás manifestó una disposición al diálogo y voluntad de entendimiento con Aragón, pero desde su partido le han dado un buen tirón de orejas y ahora ha decidido rectificar y amenazar veladamente con un levantamiento popular si Aragón intenta llevar a la práctica lo que los tribunales eclesiásticos, civiles y penales vienen dictaminando desde hace ya diez años: que los bienes sustraídos, con buenas o malas intenciones, del monasterio oscense de Santa María de Sijena durante la guerra civil, y trasladados a Barcelona, donde se conservan y exhiben desde entonces en el MNAC de Barcelona, y las piezas de arte sacro de los pueblos aragoneses conservados en el museo de Lleida no son de Lleida ni de Barcelona ni pertenecen a la Generalitat ni al honorable Santi Vila. Son de Aragón. Evidencia palmaria, nominal.
“Lo entendió en su día la consellera Caterina Mieras, pero el Parlament (incluido el PSC) la desautorizó. Lo entiende hasta Santi Vila, aunque por imperativos políticos no se atreva a reconocerlo. Yo soy tan catalán por lo menos como él pero tengo la convicción de que el lugar de nacimiento no tiene que ser un obstáculo para reconocer la verdad y el Derecho en asuntos tan evidentes.
“Tanto pleitear por los llamados ‘papeles de Salamanca’ debería haber hecho comprender a nuestras autoridades que a los bienes aragoneses se les debería aplicar el mismo criterio, sin más triquiñuelas ni dilaciones ni excusas de mal pagador. Pero es muy propio del nacionalismo exigir lo propio, y también parte, por lo menos, de lo ajeno.
De aquí a nueve años
“La única excepción podría ser las pinturas de la sala capitular de Sijena que se exhiben en el MNAC, en el caso de que efectivamente vayan a sufrir peligro de destrucción o más deterioro si se las somete a un nuevo traslado. Pero eso debería decidirlo un comité de peritos neutrales, no a sueldo de la Generalitat, claro está”.
Hasta aquí, el artículo de hace nueve años. Se evidencia ahora una vez más el terrible mal de España, el “sostenella y no enmendalla”, la contumacia en el error. El comité de expertos que quiere armar Pepe Serra, formado por expertos de su museo y otros propuestos por el ministerio de Cultura –que ostenta el señor Urtasun: un político muy sensato y trabajador, muy respetable, pero con vínculos bien conocidos con Catalunya— induce, por decirlo suavemente, a la sospecha.

El director del MNAC, Pepe Serra
Conociendo al pugnaz abogado del ayuntamiento de Sijena, el señor Jorge Español, seguro que no aceptará jugar con las cartas marcadas. Ya ha descalificado el comité que propone Serra como una “comisión trampa”: “Es más de lo mismo, conocemos cómo son los catalanes, desgraciadamente los conocemos, ellos creen que están por encima de la Justicia, por encima de las leyes, que son más listos que nadie, que conservan el patrimonio mejor que nadie; y esto no es verdad. Entonces hay que darles una lección que yo quiero dársela para que no olviden que Aragón es tan digno como son ellos, que Aragón conserva y ama su patrimonio cultural y que no necesita que nadie le venga a decir cómo cuidarlo”.
De momento Serra con sus maniobras dilatorias compra tiempo. Lo mismo dentro de nueve años, si para entonces sigo vivo, tengo que escribir otro artículo sobre Sijena. Será el eterno retorno de lo idéntico.