Es el único hospital de cartón de Europa y está en Cataluña: tiene más de 110 años y es un Bien de Interés Cultural

Un hospital ha de estar preparado para todo. Por eso, que exista un hospital de cartón sorprende a propios y extraños, pero es real y ya lleva más de 100 años en pie.

Se encuentra en Cataluña, en la Torre de Cabdella (Lleida). Se construyó entre 1912 y 1913 con materiales prefabricados de cartón y madera, diseñado y producido por la empresa alemana Christoph & Unmack. Y es único en Europa.

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Aunque pueda parecer extraño, este tipo de estructuras se utilizaban en aquel tiempo para levantar hospitales de campaña, sobre todo durante la Primera Guerra Mundial. Lo que es menos habitual es que siga en pie.

El hospital del Pirineo catalán cuenta con más de un siglo de historia y se ha mantenido en pie a pesar de estar expuesto a condiciones extremas de montaña, como nevadas intensas, fuertes lluvias y cambios bruscos de temperatura. 

Una construcción típica de la guerra

Su construcción no es fruto de la guerra, como era habitual. En realidad, responde a la necesidad de dar servicio sanitario a los alrededor de 4.000 trabajadores que participaban en la edificación de la central hidroeléctrica de Capdella y a las familias que residían en el entorno.

La instalación original se organizaba en dos grandes estancias: una sala destinada a curas y otra para cirugía. Ambas se encontraban conectadas mediante una estructura de ladrillo que servía como zona de desinfección. 

Cómo es el hospital de cartón de Cataluña

La simplicidad y la ligereza de los materiales utilizados contrastaban con la dureza del entorno donde fue levantado el edificio, en pleno Pirineo leridano. Una singularidad que lo convierte en el único hospital de cartón de Europa, y a ser declarado Bien Cultural de Interés Local.

Hay razones para que sea así. Más allá del servicio prestado en sus inicios, a lo largo del siglo XX el hospital fue adaptado a diferentes funciones. Sin ir más lejos, tras la Guerra Civil pasó a ser residencia de familias de la Guardia Civil. 

Hospital de cartón de Capdella MNACTEC

Ya en la década de 1980, tuvo un uso parecido al de su origen, pero sin prestar servicios sanitarios. Se empleó como comedor para los trabajadores que construían la Central Reversible de Sallente. 

Ahora, esos tiempos pasaron. En épocas recientes su uso derivó en almacén de objetos, paja y alimentos para animales. Esta circunstancia, paradójicamente, contribuyó a la preservación de parte de su estructura, especialmente del módulo de curas, cuyo suelo quedó protegido por la cobertura de paja. Aunque no está perfecto.

Reformas en marcha

El paso del tiempo ha causado un progresivo deterioro en las instalaciones. Ante esta situación, el Ayuntamiento de la Torre de Cabdella emprendió trabajos para reforzar el tejado y garantizar su supervivencia. 

Asimismo, se ha puesto en marcha un nuevo proyecto de protección mediante la instalación de una gran cubierta que cubra todo el edificio, ya que hasta ahora solo estaba resguardada la zona de cirugía. Las obras, adjudicadas con un presupuesto de 142.000 euros, pretenden frenar el deterioro de la estructura y asegurar su conservación a largo plazo.

Quién lleva a cabo las obras

La conservación y estudio del hospital está en manos de un equipo de especialistas en arqueología y restauración vinculado al Museu Hidroelèctric de Capdella, con experiencia prospecciones en las denominadas zonas húmedas. Aun así, el proceso de recuperación del hospital supone un reto singular para los especialistas, debido a la escasez de ejemplos similares en Europa. 

El objetivo es reproducir materiales lo más fieles posibles a los originales, especialmente el cartón, que constituye el elemento central de la estructura.

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Cuándo y cómo visitarlo

Por ahora, el hospital no se encuentra abierto al público de forma habitual. Solo puede visitarse en el marco de actividades programadas por el Museu Hidroelèctric de Capdella, que está al lado y cada verano organiza jornadas para mostrar los avances en la restauración. 

Estas visitas permiten a los asistentes conocer de primera mano el valor patrimonial de un edificio único en Europa y la complejidad de los trabajos de conservación.

Cómo llegar

Quien quiera acercarse, debe tener paciencia al volante. Son dos horas y cuarto desde Lleida y una hora más desde Barcelona. 

En ambos casos se emprende el viaje por la autovía A-2 hacia Ponts, donde se enlaza con la C-14 y posteriormente con la C-13, hasta alcanzar la Pobla de Segur. En este pueblo, se toma la L-503 hasta la Torre de Cabdella.