Cataluña es de raíz católica y eso se nota en todos y cada uno de sus municipios. No hay uno sin su iglesia, ermita o capilla dedicada a una virgen o un santo.
No hay visita a un pueblo que no requiera una visita a una iglesia, pero es que Cataluña puede decir que tiene iglesias incluso en medio de la nada. Bueno, en medio de una carretera secundaria.
Una ermita en medio de la nada
Es el caso de la Ermita de la Mare de Déu de la Riera, un monumento de singular belleza y valor histórico, pero que se encuentra en la carretera que une Tarragona con Les Borges Blanques. A 800 metros al oeste de esta última, para ser más exactos.
No piensen que se trata de una iglesia que perteneció a un viejo pueblo de otra época. Se erigió a principios del siglo XX, entre 1903 y 1904.
Origen de la iglesia
Su artífice además no es un nombre desconocido en el mundo de la arquitectura. Fue Francesc Berenguer i Mestre, uno de los colaboradores más cercanos de Antoni Gaudí y autor entre otro de la Casa Burés, quien diseñó esta obra maestra del modernismo catalán situada en medio de la nada.
Claro que este proyecto no surgió de la nada. El lugar que ocupa ahora esta iglesia, fue antes el terreno donde se hallaba la vieja ermita dedicada a Sant Bartomeu, una capilla románica fundada por orden de Ramon de Ganagot, señor d’Alforja y de sus términos, en el ocaso del siglo XII.
Una procesión histórica
De esos tiempos nace la devoción a Virgen de la Riera, también conocida como de la Cuadra, porque se encontraba próxima a la cuadra dels Tascals. Su situación en un cruce de caminos entre este establo, Les Borges Blanques, Falset y Reus la convirtió en un punto de reunión y encuentro.
La devoción por esta Virgen y su popularidad arraigó tan profundamente en la comunidad, que atrajo a fieles que acudían a venerarla en romería cada 8 de septiembre, según relatos del historiador Artur Dasca i Sumsi. Hay datos y noticias documentadas que hablan ya de ese culto en el siglo XVIII, aunque es probable que su culto fuera anterior.
La reconstrucción
A lo largo de su historia, la Ermita de la Mare de Déu de la Riera ha sido testigo de avatares que la han llevado desde su esplendor hasta su destrucción y posterior reconstrucción de manos del arquitecto modernista.
Fue gracias a la generosa donación de una mujer de la alta burguesía catalana, Margarida Martorell, conocida como la señora de Gener, que ahora esta ermita luce así. Ella no sólo procuró el dinero, sino que hizo todo lo que estaba en sus manos para que en 1904 la iglesia fuera bendecida.
El último destrozo
Claro que la reforma tampoco estuvo exenta de desgracia. Durante la Guerra Civil Española, el santuario sufrió el embate de la violencia y fue parcialmente destruido en 1939. Pero el pueblo no quiso que este legado se perdiera. Gracias a la mano de otro arquitecto de Reus, Francesc Adell, fue reconstruido nuevamente en 1954.
Desde entonces, se puede visitar esta ermita de planta central, coronada por un campanario en la pared norte. Su fachada principal, adornada con una puerta elevada sobre una pequeña escalinata, exhibe una exquisita decoración de obra vista que enmarca el conjunto, así como las tres ventanas de la parte superior.
La imagen de la virgen
En su interior y frente a una cortina de tonos rosados, se encuentra la imagen de la virgen de la Riera. La figura representa una madre de Dios sentada sobre un escabel -tarima pequeña- y en posición frontal asimétrica. Se trata de una escultura cortada en madera y policromada, propia de la tradición románica tardía.
Por lo que respecta a la procesión hacia la ermita de la virgen, ahora se ha cambiado por una procesión. El día 7 de septiembre, los devotos del pueblo salen a venerar a la Mare de Déu de la Riera, un evento considerado Fiesta Tradicional de Interés Nacional.
Cómo llegar
Acercarse hasta la iglesia es relativamente sencillo. Está a apenas media hora de Tarragona por la T-11 y la N-420 en dirección a Les Borges Blanques y, antes de entrar, se vislumbra la ermita.
Desde Barcelona, se tarda una hora más. Se va por la C-32 y/o la AP-7 hasta la salida de Reus. Y de allí ir en dirección a Les Borges Blanques.