Una persona se enfada delante de su ordenador

Una persona se enfada delante de su ordenador PEXELS

Historia

El error de fábrica que se convirtió en un famoso logo (y la empresa catalana que se dio a conocer en todo el mundo)

La historia detrás de este exitoso fallo ha hecho en icónica esta marca nacida en Cataluña: ¿la conoces?

26 abril, 2024 15:21

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La historia de las marcas es de lo más curiosa. La cantidad de anécdotas que allí se esconden dan para una colección de libros. Desde la bandera oculta en la C de Carrefour a las patatas fritas de McDonald's, uno puede encontrar de todo. También en Cataluña.

No vamos a hablar del osito de Tous, ni del diseño de Dalí para Chupa Chups, pero si nos quedamos en el interior de la comunidad autónoma. Allí, una empresa mítica se empezó a hacer fuerte hasta el punto de dar el salto internacional.

Unas zapatillas familiares 

Con un nombre de ciudad alemana, las zapatillas Munich juegan a la confusión. No son alemanes sino 100% catalanes. De hecho, en su origen casi centenario ni se llamaron así.

La marca de calzado deportivo empezó llevando el apellido de su propietario, Luis Berneda. Era 1939, justo el año en que acabó la Guerra Civil, y la primera fábrica erigida en Sant Boi de Llobregat (ahora están en Capellades y Vilanova de Espoia) daba sus primeros pasos.

Bodegón de zapatillas Munich / GOOGLE

Bodegón de zapatillas Munich / GOOGLE

Cambio de nombre 

Tardaron poco en coger fama. En 1953, cuando el negocio pasó a los hijos de su fundador, ya eran muy populares en el mundo del atletismo y se extendieron a otras divisiones de deporte. Para entonces la X que la ha hecho famoso no hizo acto de presencia.

Fue ya entrado los años 60, cuando la empresa confió en las máquinas de fabricación alemana y el diseño italiano, cuando la cosa dio un cambio. Para empezar, en 1964, cambiaron el nombre de Berneda a Muchich. Y en ese momento hicieron de su mayor fallo, su seña de identidad.

El fallo que los hizo famosos 

Desde hacía tiempo, las zapatillas de este grupo catalán tenía un pequeño defecto. Si se quiere, un inconveniente estético. No habían conseguido disimular las costuras de su calzado.

Esa unión de la parte de la delantera y trasera de la bamba no quedaba bien. Algo no funcionaba. ¿Solución? Poner dos bandas adhesivas que cubrieran la costura. Curiosamente, formaban una X.

Logo de la marca Munich

Logo de la marca Munich CRÓNICA GLOBAL

Un error reconocible

Poco a poco, esa X que no tenía que ver ni con la nueva ni con la vieja marca se hizo característica. Se convirtió en su seña de identidad, un símbolo fácil de recordar y que era identificable para todo el mundo.

Las cintas adhesivas se fueron perfeccionando a medida que la gente conocía más la marca. Seguramente, Munich ya ha arreglado la visibilidad de sus costuras, pero cambiar ahora sería un problema. Y más cuando la marca ya es un éxito.

Expansión internacional 

La llegada de la democracia y el deporte estrella español hicieron el resto para que la empresa despuntara. En los años 80, los Berneda ordenaron crear una zapatilla propia para este deporte y de allí nació el modelo Goal, que se hizo popular entre los jugadores de futbito.

Pero sin duda, la X del fallo se hizo popular cuando la tercera generación decidió dar el salto al prêt-à-porter. Sí, hasta finales de los 90s, Munich sólo fabricaba calzado deportivo, pero los nietos del fundador decidieron cambiar un poco. Bueno, ampliar la línea de negocio.

Modelo Goal de Munich

Modelo Goal de Munich

Modelo de éxito 

Entrado el siglo XXI, Munich empezó a fabricar zapatillas deportivas hechas para cualquiera, deportista o no. Visto que el calzado deportivo podía ser usado a diario y que era tendencia, ellos hicieron lo propio. El resultado ha sido un éxito.

La marca tiene presencia en más de 300 países, su nuevo dueño, Xavier Berneda, fue premiado por su talento como joven empresario y la X ya no es un símbolo que oculta un error de fábrica, es sinónimo de éxito. Una historia curiosa con final feliz.