Durante el embarazo, algunas mujeres sufren problemas de visión

Durante el embarazo, algunas mujeres sufren problemas de visión QUIRÓNSALUD

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¿Por qué aumenta la miopía durante el embarazo?

A lo largo de la gestación, algunas mujeres pueden enfrentarse a alteraciones visuales como visión borrosa, aumento de las dioptrías o sequedad ocular

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El embarazo es una etapa de intensas transformaciones físicas y hormonales en la vida de una mujer, y aunque muchas de estas modificaciones son bien conocidas, los efectos en la visión suelen pasar desapercibidos.

Durante esta fase, algunas mujeres pueden experimentar problemas visuales, incluyendo miopía, visión borrosa y sequedad ocular, fenómenos que a menudo se asocian a las fluctuaciones hormonales.

“El embarazo produce una serie de cambios hormonales que van a actuar sobre los ojos, van a producir que se modifique la estructura óptica del ojo: aumenta la curvatura y el grosor del cristalino y produce un aumento de miopía”, destaca el doctor Carlos Vergés, Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitari Dexeus.

Trastornos oculares

El embarazo es, sin duda, un periodo de cambios complejos, y la salud ocular es un aspecto que merece atención. A medida que las mujeres navegan esta fase, es fundamental estar informadas sobre las posibles alteraciones visuales y buscar la orientación adecuada para garantizar su bienestar y el de sus bebés.

Además, durante el embarazo, se puede observar un aumento en el grosor de la córnea, lo que puede resultar en un leve incremento de las dioptrías, especialmente en mujeres con antecedentes de miopía.

Aumenta la miopía

“Durante el embarazo hay una serie de cambios en los ojos que pueden producir un incremento de la miopía”, advierte el especialista.

Este fenómeno es generalmente temporal, ya que la mayoría de las mujeres recuperan su visión normal después del parto. Sin embargo, en aproximadamente el 20% de los casos, este aumento en las dioptrías persiste, con mayor probabilidad en aquellas que ya presentaban miopía severa. 

Doctor Carlos Vergés, Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitari Dexeus

Doctor Carlos Vergés, Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitari Dexeus CEDIDA

No operarse la vista

Se recomienda a las mujeres miopes realizar revisiones oculares durante el embarazo y evitar intervenciones quirúrgicas, como la cirugía refractiva, si están planificando tener hijos en un futuro cercano. Lo aconsejable, según el oftalmólogo del Hospital Universitari Dexeus, es “esperar entre dos y cuatro meses después del parto para evaluar la necesidad de corrección visual, dado que muchos cambios se estabilizan en ese período”.

Uno de los cambios más comunes es la sensación de sequedad en los ojos, ocasionada por una disminución en la secreción lagrimal. Este síntoma no solo causa molestias, sino que también aumenta la predisposición a infecciones oculares, como conjuntivitis y queratitis, debido a la menor calidad de las lágrimas.

Normalmente la mujer que es miope ya lo es antes de quedarse embarazada y durante la gestación sólo sufre unas leves alteraciones. “Nos encontramos con que aparecen síntomas relacionados con el ojo seco. Quien ya tenía el ojo seco le va a aumentar, y quien no lo tenía puede tener la sensación de arenilla en los ojos y otras molestias típicas”, aclara el doctor Vergés.

El mito de la cesárea

Otro aspecto relevante es la relación entre la miopía y el tipo de parto. A pesar de creencias populares, el doctor Vergés aclara que no siempre es necesario recurrir a una cesárea en casos de miopía elevada.

“La medicina basada en la evidencia no demuestra que haya una mayor incidencia de trastornos en la retina o desprendimiento de retina durante un parto vaginal en mujeres con alta miopía”, señala, desmitificando la idea de que este tipo de pacientes deben ser sometidas a cesáreas de manera automática.