Albanyà

Albanyà FEM TURISME

Gastronomía

Es cero turístico, pero se come de maravilla en este pueblo de menos de 200 habitantes: "Comida exquisita y vistas de 360° increíbles"

Un recóndito pueblo de Girona donde podrás degustar auténticos platos de montaña como guisos de carne

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Ubicado en el extremo noroeste del Alt Empordà, Albanyà se asienta en el alto valle de la Muga, en un punto donde el paisaje pirenaico enlaza de forma natural con la Alta Garrotxa. Su historia administrativa cambió en 1969, cuando el antiguo municipio de Bassegoda quedó integrado dentro de su término. Desde entonces, este es uno de los más extensos de la provincia de Girona y el tercero situado a mayor altitud dentro del Alt Empordà, un rasgo que explica parte de su carácter y de su geografía abrupta. Cuenta con una población de 168 habitantes, según datos del INE 2024.

Su origen se articula alrededor del monasterio de Sant Pere de Albanyà, fundado entre los años 820 y 825 por un abad llamado Dónmulo. A partir de este enclave religioso, el poblado fue tomando forma con el paso de los siglos, conservando aún hoy la sensación de un asentamiento antiguo, protegido por las montañas que lo rodean.

La presencia cercana de los picos del Mont y del Bassegoda, con sus siluetas imponentes, es fácilmente reconocible y se convierte en una seña de identidad para quienes viven o transitan por el Empordà y la Garrotxa. Su perfil, visible desde numerosos puntos de la comarca, define el horizonte y refuerza la singularidad natural de este rincón remoto y poco alterado del territorio.

Gastronomía del lugar

La gastronomía de Albanyà es la típica del interior del Alt Empordà, basada en cocina catalana tradicional y con productos de proximidad. Se caracteriza por platos caseros de montaña como guisos de carne, cordero o pollo de payés, setas en temporada, embutidos (butifarra de perol, fuet, longaniza) y verduras como la escalivada. También, es muy habitual el pa amb tomàquet, el uso de aceite de oliva y los postres como la crema catalana o los buñuelos. Es una cocina sencilla, rústica y muy ligada al entorno natural del municipio.

Dónde comer

El Santuari de la Mare de Déu del Mont es un enclave singular situado en lo alto de la montaña del mismo nombre, dentro del término municipal de Albanyà. El edificio combina santuario, hospedería y restaurante, lo que permite vivir una experiencia completa que mezcla espiritualidad, naturaleza y gastronomía. 

Destaca por ofrecer una cocina catalana tradicional elaborada con productos de proximidad. Su propuesta se basa en platos caseros, sencillos y bien trabajados, propios del territorio: escalivada, ensaladas, canelones, carnes guisadas, ternera con setas, carrilleras estofadas o asados típicos de montaña. La cocina se define como volcánica y de mercado, lo que implica un uso claro de ingredientes de temporada y recetas ligadas al entorno natural. 

Además de la carta habitual, el establecimiento ofrece menú diario, menú de fin de semana, opciones para grupos y desayunos de tenedor, lo que lo hace adecuado tanto para visitantes ocasionales como para excursiones organizadas.

Plato del restaurante Mare de Déu del Mont

Plato del restaurante Mare de Déu del Mont INSTAGRAM

El santuario de Mare de Déu del Mont

La Mare de Déu del Mont es un santuario mariano situado en la cima de la sierra del Mont, que marca uno de los puntos elevados más emblemáticos de la región. Erigido en el siglo XIV sobre los cimientos de un antiguo monasterio, fue promovido por el abad del antiguo monasterio de Sant Llorenç del Mont. Desde entonces ha atraído peregrinos y visitantes gracias a su relevancia espiritual y a la devoción hacia la imagen de la Virgen que da nombre al lugar.

Además de su valor religioso, la Mare de Déu del Mont ofrece una de las panorámicas más espectaculares del noreste de Cataluña: desde su mirador se divisa una visión de 360° que abarca los Pirineos, el macizo del Canigó, la llanura del Alt Empordà y la Alta Garrotxa, combinando mar, montaña y bosque mediterráneo en un solo paisaje.

Este carácter singular lo consolida como un destino destacado tanto para devotos como para amantes de la montaña, el senderismo y la contemplación del paisaje.