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Guiso CANVA

Gastronomía

El plato típico de Cataluña que no se come en el resto de España: una sabrosa receta de los Pirineos de Lleida

Una elaboración muy sencilla con una textura melosa y un punto de cremosidad que gusta a todo tipo de paladares

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Los platos de Cataluña siempre nos han fascinado por su capacidad de combinar tradición y creatividad. Desde los sabores contundentes de la cocina de montaña hasta la delicadeza de los productos del mar, cada receta refleja la riqueza de su territorio y la pasión de quienes la elaboran.

Nos encanta descubrir como ingredientes humildes se transforman en preparaciones llenas de matices, con aromas que evocan paisajes, historias y costumbres que hacen que cada bocado sea una experiencia única.

El plato de Lleida

Trumfos a la cassola es una receta emblemática de la Vall de Boí, en el Pirineo de Lleida, profundamente ligada a la cocina rural y al paisaje de montaña. El término trumfo, empleado en el Pallars, la Alta Ribagorça y parte de la Cerdanya, designa a la patata, especialmente a las variedades cultivadas en altitud. Su incorporación a la dieta local en el siglo XVIII, en unos valles marcados por inviernos largos y severos, la convirtió en un sustento esencial.

Este guiso conserva una personalidad muy definida: sabor intenso, textura melosa y un punto de cremosidad que aparece cuando los tubérculos se deshacen ligeramente durante la cocción. A ello se suma el uso tradicional de hierbas silvestres -como la ajedrea o el tomillo- que aportan aromas característicos del entorno pirenaico.

En los últimos años, el interés renovado por la gastronomía de montaña ha impulsado su recuperación. Algunos restaurantes de la Vall de Boí lo han vuelto a incorporar a sus cartas, reivindicándolo como parte viva de su patrimonio culinario.

Receta del trumfos

Esta es una receta muy sencilla del trumfos con tocino y trufa. No es la tradicional, es algo más moderna y de otra manera, pero igualmente, muy rica. Estos son los ingredientes

  • 3 patatas pequeñas.
  • Trufa.
  • 2 huevos.
  • 4 ajos.
  • 2 tiras de tocino.


Primero, se hierven las patatas limpias, pero con piel y cortadas. Después, en una sartén, freímos las tiras de tocino en cortes hasta que quede bien rosada y retiramos. Freímos los cuatro dientes de ajo y cuando estén, añadimos las patatas a trozos y las chafamos. Hervimos los huevos escalfados durante tres minutos y montamos el plato. Rallamos la trufa y mezclamos.

Propiedades de la trufa

La trufa es uno de los ingredientes más apreciados de la alta cocina por su aroma intenso y su capacidad de transformar cualquier plato salado en una experiencia gastronómica excepcional. Su perfume terroso y ligeramente almizclado aporta profundidad a guisos, risottos, pastas y carnes, destacando sin necesidad de condimentos excesivos. Este tubérculo subterráneo, que crece en simbiosis con determinadas raíces de árboles como la encina o el roble, se distingue por concentrar sabores muy complejos en cantidades pequeñas, lo que lo convierte en un potenciador natural de los platos más sencillos.

Más allá de su valor aromático, la trufa posee interesantes propiedades nutricionales. Es baja en calorías y rica en proteínas vegetales, fibra y minerales como el fósforo, el hierro y el magnesio. Además, contiene antioxidantes y compuestos bioactivos que pueden contribuir a la salud cardiovascular y al sistema inmune. Su perfil nutricional la hace idónea para incorporarla a la cocina gourmet sin comprometer una dieta equilibrada, aportando sabor sin exceso de grasas ni azúcares.

En la práctica culinaria, la trufa permite versatilidad y creatividad. Se utiliza en láminas frescas, rallada sobre pastas, huevos o quesos, o infusionando aceites y mantequillas para enriquecer salsas y guarniciones.