El truco de Jesús Sánchez para realzar el sabor de los mejillones en lata: "Sin necesidad de limón o vinagre"

Lejos de la vieja idea de que los alimentos en lata eran una opción de segunda, hoy se ha demostrado que las conservas pueden ser una alternativa de gran calidad; y, en muchos casos, más nutritiva de lo que se piensa.

Diversos estudios señalan que frutas y verduras enlatadas conservan la mayoría de sus vitaminas y minerales gracias al proceso de esterilización. Incluso en alimentos como el tomate, el calor potencia la biodisponibilidad de antioxidantes como el licopeno. A ello se suma la seguridad alimentaria que garantiza el envasado, la larga vida útil y la posibilidad de acceder a productos de temporada durante todo el año.

No es casual que la cocina gourmet reivindique cada vez más las latas de marisco, pescado o vegetales como un recurso de proximidad y excelencia.

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Mejillones, según Jesús Sánchez

Jesús Sánchez, chef con tres estrellas Michelin, compartió en sus redes sociales detalles sobre la preparación de los mejillones de lata. La técnica que propone se basa en la combinación de la conserva con otros ingredientes, generando un resultado distinto al habitual.

Señala firmemente que la combinación de salsa de tomate y queso picón puede realzar el sabor de los mismos sin necesidad de limón o vinagre.

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La base de esta preparación consiste en elaborar un sofrito de cebolla, ajo y tomate, al que se le añade un toque de cayena y laurel, seguido de un poco de vino blanco y tomate frito.

El caldo de los mejillones abiertos al vapor se incorpora al sofrito, integrando la esencia marina del producto y el queso picón se añade, al final, para aportar intensidad y equilibrio al plato.

Preparación de los mejillones en lata 

Los mejillones en lata se presentan en diferentes formatos: al natural, en aceite de oliva o en salsas como el escabeche.

Una vez abierta la conserva, se pueden consumir directamente, aunque se recomienda guardarlos en el frigorífico dentro de su líquido de cobertura, si no se van a usar al momento. Este almacenamiento permite mantenerlos en condiciones óptimas hasta tres días.

Por otra parte, cabe remarcar que los mejillones de lata permiten múltiples aplicaciones culinarias:

• Ensaladas: mezclados con legumbres o vegetales, aportan proteínas y textura al plato.
• Patés y untables: triturados con queso crema, mayonesa o aguacate, generan cremas para tostadas o canapés.
• Huevos rellenos: combinados con yema y queso, permiten preparar versiones nutritivas y sencillas de este clásico plato.
• Arroces y guisos: añadir el líquido de conserva en el arroz o en los guisos marineros, intensifica el sabor final.

Propiedades de los mejillones 

Los mejillones son alimentos con un perfil nutricional muy interesante que los convierte en una opción saludable en muchas dietas. Por cada 85 g de mejillones cocidos, aportan unas 146 calorías, con aproximadamente 20 g de proteína de alta calidad, tan necesarios para el crecimiento y la reparación de tejidos.

Comparados con muchas carnes rojas, contienen menos grasa total y menos grasas saturadas, lo que los hace más ligeros sin renunciar a su valor proteico. Son una excelente fuente de hierro, un nutriente clave para la producción de glóbulos rojos y para la prevención de anemia.

También, aportan vitamina B12 en cantidades notables --vital para el sistema nervioso y la formación de sangre-- y contienen zinc, selenio y fósforo. Contribuyen al metabolismo, la función antioxidante y la salud ósea.

Un rasgo destacable de los mejillones es su contenido en ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA), que ayudan a mantener la salud cardiovascular y pueden llegar a ejercer efectos antiinflamatorios.