La receta criolla favorita de la mujer más longeva del mundo: un plato típico entre catalanes que migraron a Estados Unidos
La fallecida Maria Branyas dejó muchas lecciones de vida antes de irse y también dio a conocer algunos de sus secretos y caprichos gastronómicos
5 septiembre, 2024 11:08Noticias relacionadas
Hace poco se conocía la terrible muerte de la mujer más longeva del mundo que, hasta entonces, era una catalana. Maria Branyas. La noticia de su muerte a los 117 años dio la vuelta al mundo y mucha gente que la seguía en redes sociales, donde era bastante activa gracias a su hija, enviaron mensajes de duelo a la familia.
Hasta entonces, siempre que alguien se acercaba a la conocida como la Super Àvia Catalana, le preguntaba lo mismo: ¿cuál es la receta para llegar a esa edad? Ella decía que ninguna. Pero en realidad sí la tenía y la publicó en sus redes.
La receta de Branyas
Desde su residencia en Santa Maria del Tura de Olot, donde vivió más de dos décadas, recibía a sus visitas y sus familiares colgaban fotos y videos de ella en los que hablaba de su vida y los hábitos que la acompañaron desde la infancia. Y, sí, también revelaba no la receta de su longevidad, pero sí algunas de sus favoritas que, obviamente, algo tendrán que ver en vivir tantos años.
Una de las que más dio que hablar fue un plato criollo elaborado a base de boniatos con salchichas, aunque ella le daba su particular toque. Como suele pasar siempre. Y es que el plato no era del todo catalán.
Qué lleva la receta
Como bien saben los que conocen su historia, Branyas vivió largo tiempo en Estados Unidos y allí esta receta, conocida como “gumbo”, es muy popular en algunas regiones, especialmente en Nueva Orleans.
Se trata de un plato que mezcla sabores de distintas partes del continente y que es herencia de la multiculturalidad del sur de Estados Unidos. Aunque su versión es más simple, la combinación de boniatos y salchichas en su día le encantaba.
Cómo se prepara el gumbo
La preparación de este plato es sencilla y accesible. Para cocinarlo, primero se pelan y cortan los boniatos en trozos medianos, luego se colocan en una bandeja de horno, se rocían con un poco de aceite de oliva, sal y especias al gusto (como romero, tomillo o pimentón) y se hornean a 200°C durante unos 25-30 minutos, hasta que estén tiernos y dorados.
Mientras los boniatos se asan, se cocinan las salchichas en una sartén a fuego medio, girándolas para que se doren uniformemente. Una vez listos los boniatos, se mezclan con las salchichas en la misma sartén, dejando que los sabores se integren durante unos minutos adicionales.
Les meves receptes de cuina no escrites. La més antiga: Moniatos amb botifarra. Quan era petita vivia davant de l’Audubon Park de Nova Orleans, molt a prop del riu Mississippi. Érem 4 germans i la meva mare tenia l’ajuda de la Isabelle, una noia de color, que cuinava molt bé. 👇 pic.twitter.com/bW152j9xpd
— Super Àvia Catalana (@MariaBranyas112) February 6, 2023
El toque especial de María Branyas
Los boniatos, con su dulzura natural, y las salchichas, aportan un toque salado y especiado. Una mezcla perfecta que encarna la esencia de la comida criolla: cálida, reconfortante y rica en nutrientes. Esta receta, según la supercentenaria, es un ejemplo de la dieta variada y moderada que ha seguido a lo largo de su vida, basada en la premisa de "comer poco, pero de todo". Claro que ella le daba un toque más sano.
Si bien en Estados Unidos el concepto de salchicha hace referencia a lo que nosotros conocemos como frankfurt, Branyas catalanizaba la receta. Le ponía butifarra, una opción más saludable, pero que seguía aportando proteínas y carne menos procesada.
Otros secretos
Además de su amor por este plato, Branyas siempre defendió a lo largo de su vida la importancia de otros alimentos que considera fundamentales para su bienestar. Entre ellos destaca el yogur, al que llama su “maná celestial” y del que reivindica su consumo frente a las dietas modernas que buscan alimentos milagro.
Este enfoque, que combina la tradición con la nutrición natural, fue parte del estilo de vida tranquilo y sin excesos que Branyas. Sin embargo, más allá de la alimentación, la longevidad de Branyas no solo se explica por su dieta. Tal y como comentaba ella, más allá del alimento, ella evitó los hábitos perjudiciales como el tabaquismo y el estrés, y mantuvo una vida ordenada en contacto con la naturaleza y rodeada de seres queridos, evitando siempre el conflicto.