El restaurante favorito de Ferran Adrià
Los canelones son un plato que gusta a mucha gente y Ferran Adrià no iba a ser menos. Es por eso que este chef ya sabe muy ir adonde ir si quiere este plato típico catalán: en Can Jubany, en Osona, Barcelona.
El restaurante, que tiene una estrella Michelín, lo regenta Nandu Jubany y Anna Orte desde el año 1995. Ofrecen una cocina que recopila la experiencia de los platos tradicionales para reinventarlos; productos que pasan del bosque y del huerto al plato, es decir, recetas innovadoras que conservan la esencia de la vida.
Lo que realmente destaca Ferran Adrià, de este establecimiento culinario, es el canelón de pularda con crema de foie y trufa negra que es parte del menú degustación llamado 'Un paseo por Cataluña' - de 116 euros-. O si no, también los podrás degustar a la carta: son los canelones tradicionales de pollo pularda -de 26 euros-.
Por si no lo sabías, estos canelones se pueden adquirir envasados en tiendas online y son los canelones de carne asada con bechamel.
Canelones de pularda con crema de foie y trufa negra
Can Jubany
El secreto de los canelones
El secreto de unos buenos canelones comienza con la elección de los ingredientes frescos y de calidad. La pasta debe ser suave, pero firme, capaz de sostener el relleno sin romperse durante la cocción. El relleno, por su parte, es clave: ya sea carne, verduras, setas o una mezcla de éstos, debe estar bien sazonado y jugoso.
Es fundamental un buen sofrito de cebolla, ajo y tomate que marque la diferencia, aportando una base de sabor profundo y equilibrado. Además, la combinación de ingredientes frescos y aromáticos, como hierbas y especias, añade un toque especial que realza el perfil de sabor de los canelones.
Otro aspecto crucial es la salsa bechamel, que debe ser cremosa y sin grumos, envolviendo los canelones en una capa rica y suave. La bechamel se puede enriquecer con un poco de nuez moscada y queso rallado para darle un extra de sabor. El tiempo de horneado y la temperatura también juegan un papel importante: los canelones deben cocinarse lo suficiente para que los sabores se integren y la pasta esté en su punto justo, ni demasiado blanda ni demasiado dura. Estos detalles, cuando se cuidan con esmero, hacen que los canelones sean un plato delicioso y memorable.