Nos encantan las pastelerías y siempre hay alguna que tenemos de referencia y que nos gusta más. Las confiterías son lugares donde la creatividad y el arte culinario se combinan para producir exquisiteces que deleitan nuestros sentidos: desde croissants recién horneados hasta espectaculares tartas muy bien decoradas.
Ingredientes tales como el aroma de la masa horneada o el azúcar caramelizado nos cautiva tanto que nos atrapa y hace que queramos entrar, a una de ellas, para probar una de estas exquisiteces. ¿A quién le amarga un dulce? Desde luego que a Dalí, no.
La pastelería favorita de Dalí
Salvador Dalí, reputado pintor del siglo XX, además de ser polifacético y de moverse entre Figueres y Púbol, tenía un sitio preferido en La Bisbal d'Empordà, en Girona. Se trata de la Pastelería Sans: una emblemática y mítica pastelería, que abrió en el año 1927 y que, ahora, después de tres generaciones pasa a las manos del chocolatero Oriol Balaguer.
La carta del establecimiento seguirá apostando por una gastronomía dulce, tradicional y artesanal y se continuará elaborando en el obrador original de la tienda. Además, Balaguer añadirá un espacio con vinos, quesos y embutidos de la zona para fomentar el producto local; y también, de otros como el 'signature', chocolates, trufas, bollería, hojaldre, panettone y el pastel 8 texturas.
Sin duda, uno de sus pastelitos estrella es el bisbalenc: una masa de hojaldre, cabello de ángel, piñones y azúcar. Tan famoso es, que está registrado desde el 1966 y es propiedad de dicho establecimiento bajo el nombre de Sans-Bisbalenc S.L.
La comida favorita de Dalí
Uno de los favoritos de Dalí es el Paquito: una especie de sándwich de cordero bien marinado y preparado sin importar si es asado o a la parrilla, pero lo importante es que sea cordero. Este mítico bocadillo lleva filetes de cordero, dientes de ajo, aceite, pan, lechuga, tomate confitado, cebollas y guacamole casero.
De hecho, Dalí fusionaba la comida y el arte de manera estrambótica. En 1973 combinó algunos de sus placeres, como el arte y la cocina, en Les dîners de Gala, en las cuales se recogen 136 recetas vanguardistas.
Años más tarde, publicó la continuación de este con Los vinos de Gala. El libro explora los muchos mitos de la uva a través de sensuales y subversivos textos y trabajos del artista. Tal y como apunta, 'un verdadero entendido no bebe vino, sino que saborea sus secretos'.