El chocolatero Oriol Balaguer coge las riendas de una pastelería centenaria en La Bisbal

Nos encanta el chocolate y los pasteles porque son un ejemplo del placer dulce. El chocolate, con su textura suave y su sabor profundo, es una delicia que puede transformar cualquier día ordinario en uno especial. Su riqueza nos envuelve y nos brinda una sensación de felicidad.

Por otro lado, los pasteles con su variedad infinita de sabores y su capacidad para ser decorados de manera hermosa, son el alma de las celebraciones. Desde el bizcocho esponjoso hasta el glaseado dulce, cada bocado es una experiencia que combina lo visual con lo gustativo, llenándonos de alegría y satisfacción.

Una pastelería emblemática

Hablando de pasteles, hay una pastelería mítica de La Bisbal d'Empordà llamada la Pastelería Sans, que dejará de ser un negocio familiar, tras varias generaciones, para pertenecer a Oriol Balaguer. Este chocolatero asegura que conservará todos los productos clásicos de los Sans, como el bisbalenc y el trufado de nueces.

La carta del establecimiento seguirá apostando por una gastronomía dulce, tradicional y artesanal y se continuará elaborando en el obrador original de la tienda. Además, Balaguer añadirá un espacio con vinos, quesos y embutidos de la zona para fomentar el producto local y también otros como el 'signature', sus chocolates, trufas, bollería, hojaldre, panettone y el pastel 8 texturas.

Modesto Sans Viñas, el fundador de la pastelería familiar, creó en 1932 un famoso postre, considerado patrimonio gastronómico de la comarca: el bisbalense. Está elaborado a partir de una masa de hojaldre, cabello de ángel, piñones y azúcar.

De hecho, el Bisbalenc es una marca registrada desde 1966 y propiedad del establecimiento bajo el nombre Sans-Bisbalenc S.L. Es por eso, que la marca solo se puede utilizar cuando se refiere al postre creado por Modesto Sans Viñas y solo se elabora en esta famosa pastelería.

¿Quién es Oriol Balaguer?

Con 21 años, fue escogido como Mejor Pastelero Artesano Español (1993), ha recibido el galardón al Mejor Postre del Mundo por su creación 'texturas de chocolate' (2001), al Mejor Chef Pastelero de la Academia Internacional de Gastronomía (2018) y a la Mejor Pastelería de Madrid por la Academia de gastronomía Madrileña (2023).