Las tapas son el sello de identidad de la cocina española. Cada comunidad autónoma tiene alguna preferida o típica. Un caso claro son los pinchos vascos o el pulpo a la gallega en Galicia. En Cataluña hay varas tapas típicas, una de ellas es la bomba, una especie de enorme albóndiga hecha a base de patata, carne y sofrito. Pero hoy hemos venido a ofrecer otra que tampoco falla en ningún bar catalán.
Hasta en los bares más tradicionales, pero también en los más sofisticados, aparece un plato tan fácil de hacer como exquisito. Claro que hay pillarle el punto, no sea que nos pasemos con los gustos.
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Qué lleva
Como la voluntad es hacerlo rápido y fácil, vamos a proponer el camino más corto y con menos ingredientes para conseguir hacer esta tapa en casa. ¿Cuál es? Los boquerones en vinagre.
Como bien dice su nombre, es una especie de aperitivo o tapa en el que su principal ingrediente es el citado pescado, abundante vinagre, aceite de oliva virgen extra y ajo. No hace falta no sal, ya que sino el gusto puede ser demasiado intenso.
Beneficios de los boquerones en vinagres
Los boquerones en vinagre son un bocado clásico en la cultura gastronómica catalana. Este pequeño pez ofrece un sabor fresco y ligeramente ácido que lo convierte en el acompañamiento perfecto para una copa de vino o cava, pero también un refresco de cola o una cerveza.
Al ser un plato típico del mar y no estar frito, esta tapa se convierte en una de las más saludables. Los nutricionistas aseguran que ofrece una serie de beneficios nutricionales. Para empezar, son una excelente fuente de proteínas, ácidos grasos omega-3 y vitaminas A, B y D, así como de minerales como hierro, fósforo y calcio. Con solo 100 gramos de este pescado, se obtienen 272 calorías, lo que lo convierte en una opción saludable y deliciosa.
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La receta
No teman, esto no va a tardar mucho. Hacer este plato lleva su tiempo, pero el chef en cuestión le ha de poner el esmero justo. Bueno, depende. Está la opción de comprar el boquerón en la plaza y decir que te lo entreguen ya sin espinas. Si se hace en casa, es cosa de cada uno velar por su seguridad.
En la limpieza de los boquerones uno debe separar los dos lomos del pescado, procurando no dejarse ninguna espina. Antes y después de la manipulación se mojan bien con agua, se secan con un paño y se dejan en un plato hondo. A continuación, los cubrimos con agua fría y con unos cubitos de hielo y los dejamos 2 horas en la nevera para que se desangren y se blanqueen.
Una medida preventiva
Pasado este tiempo, llega el momento del cocinado. Primero, elimina el agua de los boquerones y cúbrelos solo con vinagre, o con un tercio de agua y dos de vinagre. Deja el pescado macerándose entre 45 minutos y 3 horas, según si has diluido el vinagre con agua o no, o hasta que los lomos luzcan de color blanco.
A pesar de que el vinagre mata muchas bacterias, no acaba con los parásitos, por lo que es recomendable un paso más para evitar la presencia de anisakis. Lo ideas es congelar el boquerón (sin vísceras, ni cabeza) durante 48 horas a -20 °C antes de realizar el preparado de la tapa. Tras esto sólo toca el aliñado.
Cómo se sirve (y conserva)
Para ello sólo hacen falta dos ingredientes más. Preparar una vinagreta con cuatro partes de aceite por dos de vinagre y ajo al gusto. Los que son fans del perejil, también le añaden este otro ingrediente, pero entonces ya no son cuatro y convierten el titular en engañoso. Y nada que ver. Aquí no somos amantes del perejil.
En cualquier caso, una vez hecha la vinagreta, se colocan los boquerones en una bandeja bien presentados y se los baña en la vinagreta. Listos para servir y consumir. Y si sobran, no hay de que preocuparse. Esta receta puede mantenerse en la nevera durante una semana sin problemas.