Josep Lluís Alay, jefe de Oficina del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont

Josep Lluís Alay, jefe de Oficina del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont

Examen a los protagonistas

Josep Lluís Alay

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Josep Lluís Alay, jefe de Oficina del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont, ha celebrado la "derrota histórica" de la Unión Europea en su intento de financiar a Ucrania con los activos que Rusia tiene inmovilizados en Bélgica por sanción.

El dirigente ultranacionalista ha cargado contra los dirigentes comunitarios que pretendían utilizar ese dinero ruso congelado como castigo por su invasión de Ucrania para pagar un nuevo préstamo de 90.000 millones de euros a este último país para defenderse. Unos fondos que, finalmente, correrán a cargo de la UE, dadas las reticencias de países como Bélgica, a cuyo primer ministro -el nacionalista flamenco Bart De Wever- Alay ha elogiado en sus redes sociales por haber torpedeado la iniciativa.

El jefe de Oficina del prófugo ha aprovechado el asunto para airear, de nuevo, su abierta hostilidad contra los principales dirigentes de la Comisión Europea: empezando por su presidenta, Ursula Von der Leyen, de quien considera que debería dimitir junto a todo su equipo de gobierno, y el canciller alemán Friedrich Merz.

Con ello, Alay vuelve a evidenciar el euroescepticismo -cuando no abierta eurofobia- que Junts per Catalunya exhibió en los últimos años a raíz del procés, después de su rotundo fracaso en su empeño de obtener algún apoyo internacional a su causa secesionista. 

En el caso de este dirigente, considerado la mano derecha de Puigdemont, se da un agravante añadido: su afinidad por Rusia, país que, en una entrevista a TV3 de 2021, reconoció haber visitado en busca de apoyo técnico y financiero a una Cataluña independiente.