Bernat Puigdollers (der.) en la Fundació Vila Casas
La Fundació Vila Casas vaga sin rumbo tras la muerte del mecenas Antoni Vila Casas. Lo demuestra la dejadez que impera en los cuatro museos que gestionan, con el Can Framis cerrado durante dos meses enteros.
Mientras, Bernat Puigdollers, nuevo hombre fuerte de la entidad y director artístico, se desocupa de sus problemas en Barcelona para comisionar una exposición en Canarias. ¿No tiene problemas más graves que atender?
Con el legado de Vila Casas destrozado, la nueva CEO Cristina Ribes, cuya trayectoria aún no está manchada ni discutida, y el joven Bernat Puigdollers, deberían bajar al barro y tomar el timón de la entidad para recuperar el prestigio que atesoró el mecenas. Sin arribismos, sin corrupción.
De lo contrario, Vila Casas terminará como Cellex.