Jordi Cañas se despide de su cargo como portavoz nacional de Ciudadanos (Cs) sin poder hacer nada por revertir el derrumbe de su partido. En su último discurso, Cañas, una de las figuras más reconocidas del constitucionalismo catalán, ha llamado a los cerca de 250 compromisarios reunidos en la VII Asamblea General del partido, en Ciudad Real, a "resintonizar" con aquellos que votaban a la formación naranja para ser una fuerza política que "ayude a cambiar el futuro" de España.
En su último discurso como portavoz de Cs, antes de dejar el partido en manos de Carlos Pérez-Nievas, que se convertirá en nuevo secretario general en las próximas horas, Cañas ha asegurado que el tiempo que le toca vivir ahora a Ciudadanos es el de "unirse, abrazarse, hablar, coser, buscar, construir, sembrar y renacer". Asumiendo, por lo tanto, que su papel como cara visible de la formación no ha servido para remontar el batacazo de las elecciones autonómicas y, luego, de las europeas.
Elecciones que ya condujeron a Carlos Carrizosa a presentar su dimisión como presidente de Ciudadanos en Cataluña. Carrizosa se fue por la puerta de atrás, con una carta a los militantes en las que asegura que seguiría vinculado al partido, "aportando y ayudando con lealtad" en lo que se le pida; pero que era momento de "cambios profundos".
Meses después de esta decisión, Cañas sigue sus pasos y abandona su cargo en el partido, apelando a los militantes y simpatizantes de la formación a crear un nuevo proyecto político con nuevos liderazgos, capaz "de recuperar la confianza de los ciudadanos". Reconociendo, así, que ni él ni las caras más visibles del partido han logrado reconectar con los votantes que, en 2017, les permitieron ganar las elecciones autonómicas en Cataluña.