David Prats
El Grupo Borges se ha visto salpicado por un conflicto con 70 payeses leridanos. La compañía agroalimentaria incumplió sus promesas con los productores de pistacho, a los que ha hecho perder miles de euros este año.
La empresa vendió su negocio de frutos secos por 70 millones a un fondo internacional. Todo, excepto unas pequeñas tierras de Lleida, que no formaron parte del pacto. En esas hectáreas se alojaban los sembradores de pistacho, a los que Borges desoyó y dejó de lado. Una de sus malas pasadas fue no haber construido una planta de procesado de pistacho que había prometido.
Además del daño reputacional a la compañía, las pérdidas de los agricultores oscilarán entre 10.000 y 30.000 euros. Una profesión ya suficientemente castigada que, en este caso, suma un nuevo revés.