Míriam Nogueras
Noticias relacionadas
La política de tierra quemada de Junts per Catalunya, abanderada entre otros por su portavoz en el Congreso Míriam Nogueras y el prófugo de la justicia Carles Puigdemont, está generando tensiones en el seno de la formación posconvergente. La línea dura de sus líderes más ultranacionalistas no convence a un sector del partido, que preferiría mantener la buena sintonía con la coalición de Gobierno -PSOE y Sumar-, que tan buenos réditos le ha dado a cambio de mantener a Pedro Sánchez como presidente.
Este sector teme que el maximalismo de la actual dirección de Junts acabe haciendo saltar por los aires la alianza entre socialistas y secesionistas, y el riesgo de que un adelanto electoral acabe con el PP al frente del Gobierno. Una posibilidad que genera preocupación en parte de Junts, habida cuenta de las prebendas y privilegios concedidos por Sánchez en los últimos años en forma de indultos, reformas del Código Penal a medida, amnistías y un largo etcétera.
Sin embargo, una de esas cesiones está generando división en Junts: el concierto económico para Cataluña. Una aspiración histórica de los partidos secesionistas a la cual apunta el pacto entre PSC y ERC, pero de la cual Nogueras y la dirección de Junts se desmarcan para dejar en mal lugar a los republicanos ante el independentismo más radical.
Esta cuestión, sin duda, levantará ampollas en el congreso de la formación posconvergente del próximo octubre.