Anna Simó
El Departamento de Educación de la Generalitat deja mucho que desear, pese a los esfuerzos de la consellera, Anna Simó, en poner remedio y paños calientes a los numerosos problemas que tiene.
Al desastre de los informes PISA, se suma ahora cierto descontrol en la adjudicación de plazas para los docentes para el curso 2024-25. Con cierto retraso, los profesores comienzan a saber en qué centros trabajarán.
La mayoría de ellos lo hará en el lugar elegido, pero una minoría quedará relegada a lugares que no figuraban entre sus lugares preferentes, lo que ha causado cierto malestar añadido. Los sindicatos, incluso, han pedido el retraso del inicio del curso escolar.
Por lo tanto, es de agradecer que el sistema empiece a normalizarse aunque vaya con retraso, pero estaría bien que Educación reconociera en público, por una vez, que el departamento funciona de una forma mejorable y que hay que ponerle remedio.