El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent
Eduard Sallent
En ocho meses, un único entramado criminal ha protagonizado hasta 19 desembarcos de hachís en la costa catalana. Este conglomerado ha transportado en 2024 más toneladas de droga que el total que se incautó en todos los operativos policiales del año anterior. Las cifras hablan por sí solas y los Mossos d’Esquadra lo corroboran: Cataluña se ha convertido en un lugar "muy atractivo" paras las mafias que se dedican a introducir elevadas cantidades de hachís por vía marítima.
Los Mossos reconocen que el escenario actual "es preocupante", aunque no alarmante, y que se suma al problema que arrastra el territorio con los entramados que cultivan y venden marihuana. Así, aunque la policía catalana ha destinado y destina sendos recursos para frenar esta tendencia criminal -que sigue al alza-, lo cierto es que el ritmo de desembarcos de esta sola organización criminal denota que la situación se les ha escapado de las manos.
Si hablamos de cifras: en 2023 se decomisaron 17,5 toneladas de hachís, lo que representa un incremento del 134,8% respecto a 2022, cuando se incautaron 7,5 toneladas. Cifras que demuestran el incansable trabajo de los Mossos, pero que también afianzan a esta región como la puerta de entrada del hachís que se fuma en Europa.
De este modo, la cúpula policial, dirigida por Eduard Sallent, debería reflexionar sobre aquellos aspectos que han fallado en la lucha contra las mafias del hachís y dejar a un lado la preocupación por quién será el nuevo major del cuerpo. No obstante, cabe felicitar a las unidades de investigación que están al pie del cañón y que consiguen, a pesar de las directrices políticas y de la cúpula, minimizar el impacto del asentamiento de estos grupos criminales en Cataluña.
