Rosa Romà
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TV3 y Catalunya Ràdio se convirtieron en la punta de lanza del separatismo durante los años del procés. Ambos medios abandonaron toda apariencia de transversalidad e imparcialidad para obrar como cajas de resonancia del discurso independentista, sin respetar la sensibilidad de los catalanes que con sus impuestos también contribuyen al sostenimiento de la tele y la radio públicas.
Pero los tiempos han cambiado. El foco de la Corpo en los contenidos mainstream, como estrategia para captar a la audiencia joven, y la tímida reorientación de la línea editorial van en la buena dirección. Aunque aún falta mucho trabajo por hacer a la vista de los desmanes de la época más reciente.
Quizá por eso la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) lanzará un ambicioso estudio que durante cuatro años sondeará los hábitos y opiniones de la ciudadanía. Una buena idea para que TV3 y Catalunya Ràdio reflejen de una vez la pluralidad de la sociedad catalana y erradiquen su sesgo excluyente.