Marc Puig
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El entorno bursátil se alimenta de confianza y pocos elementos ofrecen más a los inversores que resultados concluyentes y, además, sostenibles en el tiempo. Con estos factores, la próxima salida al mercado de Grupo Puig se dibuja como uno de los acontecimientos más relevantes de los últimos años en el parquet.
La compañía que dirige Marc Puig se presenta con las mejores credenciales: tres años consecutivos de récord de ventas; más de 4.300 millones de euros de facturación en 2023, lo que pulveriza la previsión del plan a tres años que finalizó en este ejercicio y se situaba en el entorno de 3.000 millones; un 33% de mejora en el resultado operativo y un 16% en el neto.
Una estrategia de éxito basada en la confección de una cartera de marcas de primer nivel y una apuesta decidida y firme por el sector de la dermocosmética, cada vez más demandado y con mayor aceptación, como prueba el hecho de que haya sido, con diferencia, el que más ha crecido en Puig en términos de facturación.
Y también, en una gestión cada vez más profesionalizada, alejada de los cánones de empresa familiar que dificulta en no pocas ocasiones el acceso a los mercados debido a los recelos que despierta entre los inversores, en especial por la falta de transparencia.
Con estas armas no es de extrañar que los planes de salida a bolsa de Puig no hayan flaqueado en ningún momento, frente a otros que han decidido aplazar la decisión ante las numerosas incertidumbres económicas y geopolíticas que constituyen el actual y complejo entorno. Y, además, que el mercado aguarde con expectación la que será una de las mayores OPV de los últimos años.