Jaume Asens

Carles Puigdemont, los dirigentes del procés, y el nacionalismo en general, tienen en Jaume Asens a uno de sus principales aliados en la órbita del Gobierno. El expresidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos y En Comú Podem fue una figura clave la pasada legislatura para que los artífices del golpe secesionista en Cataluña de 2017 se beneficiaran de los indultos y de una reforma del Código Penal a medida que, entre otras cuestiones, derogó el delito de sedición.

Ahora, Asens continúa desempeñando un papel clave para librarles de la acción de la justicia, en forma de ley de amnistía. Una iniciativa a la cual se ha entregado a fondo como mediador de Sumar, y que está convencido que se aprobará en los próximos días, dando por sentado un acuerdo "inminente" entre las partes -el Gobierno de PSOE y Sumar y sus socios parlamentarios de ERC y Junts per Catalunya-.

Y mientras esto ocurre, ni antes con los indultos ni ahora con la amnistía los dirigentes secesionistas de Cataluña han dado muestra alguna de arrepentimiento por el procés. Más bien al contrario. Este mismo fin de semana, sin ir más lejos, el prófugo Puigdemont ha desafiado de nuevo al Gobierno advirtiéndole de que mantendrá su estrategia de "confrontación" y su apuesta por la "unilateralidad".

Algo que, a tenor de lo visto, no inquieta lo más mínimo a Asens -cuya amistad con los líderes secesionistas es de sobra conocida, no en vano fue uno de los colaboradores en su fuga de la justicia- ni a su espacio político. Tanto es así que, apenas ocho meses después de haber anunciado su renuncia a repetir como candidato de En Comú Podem al Congreso, diciendo que daba paso a nuevos liderazgos, ahora se presenta para liderar su lista en las elecciones europeas de junio. Puigdemont y sus correligionarios, tan faltos de aliados en la Eurocámara, tendrán a buen seguro uno en él en caso de conseguir escaño.